miércoles, 26 de agosto de 2009

Descanso en el Espíritu

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Rosa de Lima, que hoy celebramos su Fiesta Patronal en el templo de Las Rosas, a la edad de cinco años se propuso jamás ofender a Dios mortalmente, hizo voto de virginidad y empezó a menospreciar las cosas del mundo. Fue virgen que, aunque tentada violentamente por el demonio, a quien llamaba “el sarnoso”, nunca le dio entrada, y para estas materias mortificó su cuerpo.
Llegada Rosa a la edad juvenil, la lucha por la santidad comenzó por donde menos debía esperarse y por donde más es de temerse. Su misma familia, y lo que sorprende más, su propia madre, fueron los que más encarnizadamente la combatieron. Las manifestaciones de la extraordinaria vida mística y ascética de su hija, doña María las achacaba a manías, ilusión o fanatismo devoto; y si recapacitaba, muy pronto la pasión y el mal humor que la dominaba volvían a cegarle, echando por tierra sus buenos propósitos.
Desde muy niña Rosa había rogado a Jesús, su divino Esposo le concediera tres favores: que sus penitencias no fuesen vistas; que las mercedes que Dios le hacía no fuesen conocidas por los hombres; y, que se mitigase el color de su rostro “porque no parecía sino una Rosa”. La santa limeña fue devotísima de la Virgen del Rosario, quien le enseñaba, consolaba y visitaba junto con su Santísimo Hijo. Su imagen, existente en la iglesia de Santo Domingo, cambiaba de rostro cada vez que le solicitaba algún favor y le significaba los sucesos futuros del reino.
Eso mismo sucede en el templo de Las Rosas, vivan las gracias que Jesús por intercesión de Santa Rosa de Lima hace en los que creemos que él es verdaderamente el Hijo de Dios: Durante la Misa después de la Asamblea de Alabanza en el templo de Las Rosas, el P. Xavier Andaluz nos dio el testimonio de un hermano que tenía SIDA. Nos comentó después de la homilía que lo invitaron a orar por un enfermo que padecía sida. Cuando llegó a su casa las personas que le atendían le informaron que no se podía levantar por el nivel máximo de enfermedad que tenía. En el lugar donde lo atendían les dijeron que se fuera a su casa a morir con los suyos, porque la ciencia no podía hacer más por él. Lo estaban deshauciando. Al visitarlo el P. Andaluz lo escuchó, después lo confesó, le dio la comunión y lo ungió con el Óleo Santo. El padre estuvo esperando varios días el informe de su estado de salud, esperaba lo llamaran para el funeral. Cuando fue a su casa para saber más de él, le informaron que el que no se podía levantar, el que estaba acostado esperando el desenlace final: ¡se levantó! Estaba ya caminando. Había sanado. ¡Gloria a Dios!
Jesús es el Dios de lo imposible. Lo que no puede el hombre, lo que no alcanza la ciencia: Jesús que es Dios... ¡lo hace! De aquí nació una luz: le pedimos al P. Xavier que nos celebrara una Misa de Sanación el primer lunes de mes y estas fueron algunas de las moniciones que hizo en la primera misa: El Dios de la vida que ha resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte esté con todos ustedes.
Hermanos vamos a hacer oración especialmente por los enfermos para que Dios les conceda la salud. Jesús puso como una condición indispensabe: la fe. De tal manera, pidamos a él que es Hijo de Dios Todopoderoso. Él es el Hijo de Dios enviado al mundo para hacer el bien a los demás y que pasó por el mundo haciendo el bien. Llenos de fe vamos a pedir con mucha confianza que con ese poder y con ese amor que tiene por nosotros, conceda la salud a los enfermos, salud del cuerpo, salud del alma. Acerquémonos pues al él con un alma limpia pidiendo con humildad perdón por todos los pecados. Yo confieso ante Dios Todopoderoso...
Dios Omnipotente salvación eterna de los que en ti creen escucha las suplicas que te dirijimos por tus hijos enfermos para que recuperada la salud puedan darte gracias entre tu pueblo santo. Por Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
Esta Misa la ofrecemos a Dios Padre ofreciendo a Cristo para pedir la salud a los que estemos enfermos, salud para el cuerpo, salud para el alma. Pidamosle pues al Señor que seamos capaces de descubrir las enfermedades físicas para orar por el remedio adecuado para conseguir la salud. Oremos para que Dios nos ayude también a descubrir nuestras enfermedades del alma y podamos sanar eficazmente. Pidamos al Señor que ayude a los enfermos que más sufren para que con paciencia y espíritu cristiano se unan a Jesucristo. Pidamos al Señor que si va a conceder por su bondad la salud a los enfermos por nuestras oraciones, consigamos la salud más pronto y más eficaz. Señor escucha también las súplicas por las intenciones de tus hijos que están leyendo estas moniciones, por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.
Dios nuestro cuya providencia dirige cada momento de nuestra vida, recibe las súplicas y las ofrendas con las que imploramos tu misericordia por nuestros hermanos enfermos para que la preocupación de ahora por su enfermedad se nos convierta pronto en gozo por la salud. Por Jesucristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
Acuérdate de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, de todos los que se han muerto en tu misericordia, admítelos a contempar la luz de tu rostro. Te pedimos Señor por los enfermos aquí presentes para que por tu bondad, por el amor que les tienes les concedas la salud el cuerpo y del espíritu. Padre eterno te ofrecemos el sacrificio de tu hijo Jesucristo, el valor infinito de ese sacrificio, para que por él concedas la salud a todos los enfermos. Ten misericordia de todos nosotros y así con María la Virgen, la Madre del Hijo de Dios, los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a travez de los tiempos, merezcamos por tu hijo Jesucristo compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo con él y en él, a ti Dios Padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Así sea.
Dios nuestro, auxilio inefable en nuestra enfermedad, ayuda con tu poder a estos hijos tuyos, para que aliviados por tu misericordia vuelvan a ocupar su lugar en la asamblea de tus fieles. Por Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
A continuación el Padre Xavier ungió a los enfermos con el Santo Óleo, este aceite bendito que por medio de él hemos de pedirle a Dios que conceda la salud. Llenos de fe y llenos de confianza en ese poder vivo que Dios tiene queremos pedirle que lo utilice en favor de los enfermos. Y como lo hizo cuando pasó por el mundo, ahora también con su palabra, con su acción santificadora de la salud al cuerpo de los hermanos enfermos. Y también el Padre Amoroso conceda la salud interior, esa paz, esa generosidad para perdonar, ese espíritu lleno de bondad que nos ayude a hacer el bien a todos para pasar como él, por el mundo, haciendo el bien a los demás. Pidámosle la salud del alma para todos sus hijos aquí presentes que piden salud del cuerpo. En el nombre de Jesús, Hijo de Dios todopoderoso pedimos al Padre la salud para todos nuestros enfermos.
El domingo pasado Alfredo nos llamó a “La Zeta radio” pidiendo oración de sanación ya que tiene sida. Jesús, tu eres Dios y nunca se ha sabido de alguien que tenga su confianza en ti que halla quedado defraudado. Alfredo cree que tú estás presente en la Hostia consagrada, que es carne tu carne y sangre de tu sangre. ¡Sánalo Jesús para que el mundo se de cuenta que estás vivo... en “El Sol de Morelia”, y en Alfredo. Gracias Jesús por los que creen que tú eres el mismo de ayer, de hoy y por siempre.
Una hermana que cayó en descanso en el Espíritu el día lunes de la Misa de Sanación en el templo de Las Rosas nos da su testimonio cuando tuvo su experiencia de la presencia del Santo Espíritu de Dios cuando se le ungió con el Óleo Santo, o Unción de los Enfermos: De verdad mi alma se llena de gozo al saber que Jesus vivo esta en mi, y quiere lo mejor para mi. Mi experiencia en la Misa de Sanacion en ese día es que Dios me arropó con sus alas, y me susurro al oído que: “todo está bien y todo va a seguir bien, mi hija amada”.
Tuve la dicha de ir a la Misa de Sanacion en el templo de Las Rosas. Días antes había tenido una pena que me había lastimado y había llenado de heridas mi corazon, lo que me llevó a realizar una confesion y a poder recibir a Jesús Eucaristía. Le dije a mi Jesús y a la persona que me lastimó que este problema me iba a llevar a acercarme más a Jesús y a recibirlo. El saber que aparte de alabar a mi Señor iba a recibir el regalo de la misa de sanacion, y que en esa misa el Señor iba a derramar sobre mí y sobre todos su amor y bendiciones, me llenaba de gozo.
Al momento de formarnos para que el padre Xavier Andalúz A. nos unguiera, yo seguía en oración y pidiendole a Jesús que tomara de mi ser todo lo que no perteneciera a él, que me llenara de su fuerza, de su presencia, que ya no quería ser esa mujer vieja, que me revistiera de una mujer nueva. Cuando el padre me ungió en nombre de Cristo sentí como si me aventara hacía atras y mis pies ya no tenían la fuerza para sostenerme. Caí en descanso en el Espíritu. Sentí en ese momento una gran paz dentro de mi ser, y alrededor de mi. Sentí que Alguien me estaba acompañando. Al sentirme abrazada y amada por mi Señor, empecé a llorar, pero eran lagrimas de agradecimiento y de gozo, de ser tan pequeña y tan llena de errores y aun así poder sentir y experimentar la presencia de mi Dios. No quería salir de ese estado de paz, de amor. Ese es un estado en el que quisiera estar siempre.
Verdaderamente a sido muy bello que mi Señor a pesar de los momentos en que yo me alejé de el, de esos momentos de oscuridad, Jesús me perdona y me ama. Él ha dado su vida por mi, solo por mi derramó cada gota de su sangre, cada momento que él recibía un latigazo, una ofensa, lo hizo por mi, para ser liberada de la oscuridad en que vivía. Ahora Jesús me ha llenado de su luz, ahora puedo experimentar el inmenso sufrimiento de él y quiero que él sepa que su sufrimiento no ha sido en vano, que quiero seguirle y amarle. No quiero seguirle por sus milagros quiero seguirle por su inmenso amor, quiero seguirle como una muestra de agradecimiento de lo mucho que a hecho por mí, y no solo por mí sino tambien por mis hijos, por mi trabajo, por todo lo que me a dado. Tambien quiero que Jesús sepa, que quiero que me enseñe a hacer su voluntad en todo momento, que me enseñe a amar, para así con esa enseñanza de mi maestro Jesús, dejar que él a travez de mi sea esa fuente de luz para otros hermanos.
Siento gozo al saber que Jesús me eligió, que puso sus ojos sobre mí para que yo no continuara sola. Ahora se y reconozco que en todos los momentos de mi vida él estaba paciente y amorosamente esperando por mi, esperando que yo le dijera: Jesús vuelvo a ti, vuelvo a ti mi Señor Jesús. Te dejo que seas dueño y Señor de todo mi ser, toma posesion de esta morada que te pertenece y que te ha pertenecido siempre. Y entonces el hace su obra en mi al desposeerme de todo orgullo. Toma mi alma humillada, arrepentida, y simplemente me arropa en su misericordia. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
Otra hermana nos comentó la obra que Jesús hizo en su vida después de la unción con el Óleo Santo: Estaba cerrado el templo porque no había llaves, estaban perdidas y me esperé porque tenía fe que llegaría alguien a abrirlo. Para mi fue un regalo muy grande porque no esperaba lo que sucedió, ¡SANACIÓN!
Llegué muy inquieta a la Misa pues tenía mucho tiempo que no podía dormir, tenía insomnio. Y desde ese día puedo dormir mucho mejor. Después de la unción me dieron ganas de hacer una muy buena confesión y al pedir perdón, vivo y experimento una paz que nunca había sentido. Nuestra hermana se acercó a la conversión, obra exclusiva del Santo Espíritu de Dios y después de la reconciliación con ella, con Dios y con sus hermanos el regalo fue la paz de Cristo y como consecuencia ya puede dormir como una piedra.
-Tengo mucho que agradecer a Dios. Hace tiempo me sanó del colesterol, estuve perdiendo paulatinamente la vista y la recuperé, fue cuando me acerqué al Señor aquí en el templo de Las Rosas para gloria de Dios. Tenía un hijo en Estados Unidos que no sabía de él y cuando le pedí a mi Señor que me lo trajera, él regresó por gracia y misericordia de Dios. Además me sanó de los intestinos y del estres.
-Hace ocho día el Señor me dio la confianza de encontrar aquí la sanación. Hace más de dos meses empecé a perder al vista y la perdí. Veo muy poco, el médico me dijo que era porque tengo la retina desprendida. Sentí la necesidad de venir a la oración por los enfermos a Las Rosas y se me informó que en ocho días habría Misa de Sanación. Un hermano, que hace oración en la Z radio, nos dio la bienvenida en la puerta a mi esposa y a mí. El dia de ayer, domingo, llamé a la “Z radio” para pedir oración por la salud de mi ojo y después de la oración, casi media hora, me empezó a dar comezón en el ojo. Después de esto me di cuenta que empiezo a ver algo borroso pero veo de nuevo. El ojo derecho también lo empecé a perder y después de venir a laoración empiezo a ver. Dios me está sanado por eso quiero seguir orando en Las Rosas para sentirme mejor. ¡Gloria a Dios! El médico me dijo que no podría ver porque tengo desprendimiento de retina. Nunca imaginé que me pondrían los Santos Oleos. Cuando me los ungieron sentí mucho calor y sentí la necesidad de entregar mi corazón a Jesús en forma completa y sin ninguna condición.
-Yolanda nos dijo: tengo tres hijos y uno ya fue sanado de sus oídos aquí en Las Rosas. Otro de mis hijos, José Guadalupe, cuando el P. Andalúz lo ungió con los Santos Óleos, además de pedir por su salud le dijo: que el Señor te sane de tu gastritis y de los dolores de tu estómago y desde hace ocho días: ¡está sanado! ¡Gloria a Dios!
En una ocasión Jesús sanó a diez leprosos y solo uno regresa a dar gracias por la salud que Jesús le había dado. Eso quiere decir que por cada testimonio de sanación, existen otros nueve que nos van a dar en el transcurso de la semana. ¡Gloria a Dios!
Probablemente mañana lunes se adelante la Misa de Sanación ya que hoy celebramos la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima, que es nuestra patrona, y que oraba así: “Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, a mí me pesa de haberte ofendido, por ser tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas. Dios mío y verdadero esposo de mi alma y alegría de mi corazón, yo, te quiero amar, benignísimo Jesús, con aquel perfectísimo amor, eficacísimo amor, incontrastable amor, invencible amor, que todos los cortesanos del Cielo te aman, y más te quisiera amar, Dios de mi corazón y de mi vida. Quisiera amar, regalo mío, tanto como la Santísima Virgen te ama, y más os quisiera amar, salud y alegría mía y de mi alma. Quisiera amar tanto a ti, Dios mío, como tú me amas. Abráseme yo, consúmame yo, en fuego de divino amor, benignísimo Jesús”. Escuha más detalles en nuestro programa: “La Palabra” de hoy a las seis de la tarde por “La Zeta Radio”, 96.3 FM y 1340 AM.
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

¡Sanando de SIDA!

Durante la Misa después de la Asamblea de Alabanza en el templo de Las Rosas, el P. Xavier Andaluz nos dio el testimonio de un hermano que tenía SIDA. Nos comentó después de la homilía que lo invitaron a orar por un enfermo que padecía sida. Cuando llegó a su casa las personas que le atendían le informaron que no se podía levantar por el nivel máximo de enfermedad que tenía. En el lugar donde lo atendían les dijeron que se fuera a su casa a morir con los suyos, porque la ciencia no podía hacer más por él. Lo estaban deshauciando. Al visitarlo el P. Andaluz lo escuchó, después lo confesó, le dio la comunión y lo ungió con el Óleo Santo. El padre estuvo esperando varios días el informe de su estado de salud, esperaba lo llamaran para el funeral. Cuando fue a su casa para saber más de él, le informaron que el que no se podía levantar, el que estaba acostado esperando el desenlace final: ¡se levantó! Estaba ya caminando. Había sanado. ¡Gloria a Dios!
Jesús es el Dios de lo imposible. Lo que no puede el hombre, lo que no alcanza la ciencia: Jesús que es Dios... ¡lo hace! De aquí nació una luz: le pedimos al P. Xavier que nos celebrara una Misa de Sanación el primer lunes de mes y estas fueron algunas de las moniciones que hizo en la primera misa: El Dios de la vida que ha resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte esté con todos ustedes.
Hermanos vamos a hacer oración especialmente por los enfermos para que Dios les conceda la salud. Jesús puso como una condición indispensabe: la fe. De tal manera, pidamos a él que es Hijo de Dios Todopoderoso. Él es el Hijo de Dios enviado al mundo para hacer el bien a los demás y que pasó por el mundo haciendo el bien. Llenos de fe vamos a pedir con mucha confianza que con ese poder y con ese amor que tiene por nosotros, conceda la salud a los enfermos, salud del cuerpo, salud del alma. Acerquémonos pues al él con un alma limpia pidiendo con humildad perdón por todos los pecados. Yo confieso ante Dios Todopoderoso...
Dios Omnipotente salvación eterna de los que en ti creen escucha las suplicas que te dirijimos por tus hijos enfermos para que recuperada la salud puedan darte gracias entre tu pueblo santo. Por Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea. Fueron más de quince moniciones pero por falta de espacio las pondremos otra ocasión. Mejor te invitamos para que vivas estas misas en el templo de Las Rosas.
El domingo pasado Alfredo nos llamó a “La Zeta radio” pidiendo oración de sanación ya que tiene sida. Jesús, tu eres Dios y nunca se ha sabido de alguien que tenga su confianza en ti que halla quedado defraudado. Alfredo cree que tú estás presente en la Hostia consagrada, que es carne tu carne y sangre de tu sangre. ¡Sánalo Jesús para que el mundo se de cuenta que estás vivo... en “La Voz de Michoacán”, y en Alfredo. Gracias Jesús por los que creen que tú eres el mismo de ayer, de hoy y por siempre.
Una hermana que cayó en descanso en el Espíritu el día lunes de la Misa de Sanación en el templo de Las Rosas nos da su testimonio cuando tuvo su experiencia de la presencia del Santo Espíritu de Dios cuando se le ungió con el Óleo Santo, o Unción de los Enfermos: De verdad mi alma se llena de gozo al saber que Jesus vivo esta en mi, y quiere lo mejor para mi. Mi experiencia en la Misa de Sanacion en ese día es que Dios me arropó con sus alas, y me susurro al oído que: “todo está bien y todo va a seguir bien, mi hija amada”.
Tuve la dicha de ir a la Misa de Sanacion en el templo de Las Rosas. Días antes había tenido una pena que me había lastimado y había llenado de heridas mi corazon, lo que me llevó a realizar una confesion y a poder recibir a Jesús Eucaristía. Le dije a mi Jesús y a la persona que me lastimó que este problema me iba a llevar a acercarme más a Jesús y a recibirlo. El saber que aparte de alabar a mi Señor iba a recibir el regalo de la misa de sanacion, y que en esa misa el Señor iba a derramar sobre mí y sobre todos su amor y bendiciones, me llenaba de gozo.
Al momento de formarnos para que el padre Xavier Andalúz A. nos unguiera, yo seguía en oración y pidiendole a Jesús que tomara de mi ser todo lo que no perteneciera a él, que me llenara de su fuerza, de su presencia, que ya no quería ser esa mujer vieja, que me revistiera de una mujer nueva. Cuando el padre me ungió en nombre de Cristo sentí como si me aventara hacía atras y mis pies ya no tenían la fuerza para sostenerme. Caí en descanso en el Espíritu. Sentí en ese momento una gran paz dentro de mi ser, y alrededor de mi. Sentí que Alguien me estaba acompañando. Al sentirme abrazada y amada por mi Señor, empecé a llorar, pero eran lagrimas de agradecimiento y de gozo, de ser tan pequeña y tan llena de errores y aun así poder sentir y experimentar la presencia de mi Dios. No quería salir de ese estado de paz, de amor. Ese es un estado en el que quisiera estar siempre.
Verdaderamente a sido muy bello que mi Señor a pesar de los momentos en que yo me alejé de el, de esos momentos de oscuridad, Jesús me perdona y me ama. Él ha dado su vida por mi, solo por mi derramó cada gota de su sangre, cada momento que él recibía un latigazo, una ofensa, lo hizo por mi, para ser liberada de la oscuridad en que vivía. Ahora Jesús me ha llenado de su luz, ahora puedo experimentar el inmenso sufrimiento de él y quiero que él sepa que su sufrimiento no ha sido en vano, que quiero seguirle y amarle. No quiero seguirle por sus milagros quiero seguirle por su inmenso amor, quiero seguirle como una muestra de agradecimiento de lo mucho que a hecho por mí, y no solo por mí sino tambien por mis hijos, por mi trabajo, por todo lo que me a dado. Tambien quiero que Jesús sepa, que quiero que me enseñe a hacer su voluntad en todo momento, que me enseñe a amar, para así con esa enseñanza de mi maestro Jesús, dejar que él a travez de mi sea esa fuente de luz para otros hermanos.
Siento gozo al saber que Jesús me eligió, que puso sus ojos sobre mí para que yo no continuara sola. Ahora se y reconozco que en todos los momentos de mi vida él estaba paciente y amorosamente esperando por mi, esperando que yo le dijera: Jesús vuelvo a ti, vuelvo a ti mi Señor Jesús. Te dejo que seas dueño y Señor de todo mi ser, toma posesion de esta morada que te pertenece y que te ha pertenecido siempre. Y entonces el hace su obra en mi al desposeerme de todo orgullo. Toma mi alma humillada, arrepentida, y simplemente me arropa en su misericordia. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
Probablemente mañana lunes se adelante la Misa de Sanación ya que hoy celebramos la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima, que es nuestra patrona. Escucha más detalles en nuestro programa: “La Palabra” de hoy a las seis de la tarde por “la Zeta radio”, 96.3 FM y 1340 AM.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; la Misa del domingo de las 9 de la mañana en la Parroquia de San Pedro y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas probablemente mañana lunes, escucha en la Z radio más detalles hoy a las seis de la tarde. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

San Pío

En la vida del Padre Pío encontramos manifestaciones tan excepcionales, que podríamos llamar únicas, dirigidas a reanudar las relaciones entre Dios y el pecador. Un milagro inesperado, el don de bilocación de este religioso, el conocer todos los pecados de uno, la presencia de los estigmas del Señor en su cuerpo y, sobre todo, su abismarse en Dios durante la Celebración Eucarística, hicieron del P. Pío un instrumento extraordinario de la manifestación divina en la historia del hombre.
El hecho de que estos acontecimientos son relativamente recientes, tienen más importancia para demostrar a los religiosamente apáticos, a los que se declaran ateos o a los enemigos de la Iglesia católica que Dios existe y actúa entre nosotros.
La vida del Padre Pío, no obstante su forma sintética en su presentación, es un tratado de apologética para los objetores de la religión, y un instrumento eficaz de evangelización.
EL DEMONIO LO ASUSTA. El16 de enero de 1903, Francisco entró al noviciado de Morcone, donde el 22 de enero tomó el hábito de capuchino, asumiendo el nombre de "Fray Pío de Pietrelcina". E1 22 de enero de 1904, teniendo exactamente un año de noviciado, Fray Pío profesó mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia.
Después del noviciado, lo mandaron al convento de San Elías de Pennisi, donde estuvo hasta el mes de octubre de 1905, continuando sus estudios de humanidades. Aquí experimentó el primer y furioso ataque del demonio que se le presentó en forma de un gran perro negro y furioso, desprendiendo llamas de fuego de sus ojos, narices y boca. Sucedió que una noche empezó a escuchar un terrible ruido desde la celda de Fray Atanasio. Se asomó a la ventana para ver lo que estaba sucediendo. Al abrirla, casi se moría de susto al ver en su misma ventana un enorme perro negro y feroz. Fray Pío, asustado, lanzó un fuerte grito. El monstruo dio un salto en el techo que estaba frente a la celda y desapareció. Fue el inicio de noches de lucha con el demonio. Cuando después de las Completas se retiraba a su celda para descansar, encontraba todo tirado. Muchas veces en las mañanas se le veían los ojos y el rostro llenos de moretones.
La salud era otro problema que no encontraba explicación. Frecuentemente le asaltaban fiebres altísimas que hacían estallar los termómetros. Un día el hermano enfermero le puso el termómetro de la tina de baño: el mercurio subió a los 48 grados.
EL DON DE BILOCACIÓN. También en este convento, Fray Pío experimentó por primera vez el fenómeno de la bilocación. La noche del 18 de enero de 1905, mientras se encontraba en el coro, recogido en profunda oración, se sintió trasladado a una casa señorial de la ciudad de Udine, donde estaba muriéndose un hombre y naciendo una niña.
El caso curioso fue narrado por el mismo religioso que, por obediencia lo puso por escrito y, después de muchos años, por la joven que entonces había nacido.
"Hace días -escribe Fray Pío- me pasó algo insospechado: Mientras me encontraba en el coro con Fray Atanasio, eran como las 23 horas del 18 de este mes cuando me encontré en una casa señorial donde moría un papá mientras nacía una niña. Se me apareció entonces la Santísima Virgen que me dijo: 'Te confío esta criatura, es una piedra preciosa en su estado bruto. Trabájala, límpiala, hazla lo más brillante posible, porque un día quiero usarla para adornarme... Le contesté a la Virgen: ¿Cómo podría ser posible, si yo soy todavía un estudiante y no sé si un día podré tener la suerte y la alegría de ser sacerdote? y aunque llegue a ser sacerdote, ¿cómo podré ocuparme de esta niña, viviendo yo tan lejos de aquí? La Virgen me respondió: ‘No dudes. Será ella quien irá a buscarte, pero antes la encontrarás en la Basílica de San Pedro en Roma’. Después de esto... me encontré otra vez en el coro'.
Este escrito quedó guardado con mucho cuidado por el director espiritual del P. Pío, el P. Agustín de San Marco en Lamis. La niña de la que se habla en el escrito se llama Giovanna Rizzani. Su papá estaba inscrito en la Masonería. Durante su última enfermedad, su lujosa residencia fue rigurosamente vigilada día y noche por los masones, situada en la calle Tiberio de Ciani No. 33 de la ciudad italiana de Udine. Esto, para impedir el paso de cualquier sacerdote.
Horas antes de morir, su esposa Leonilde -que era muy religiosa estaba cerca del lecho del moribundo recogida en oración y lágrimas. De repente vio salir de la recámara y alejarse por el pasillo a un fraile capuchino. Se levantó en seguida, lo llamó y lo siguió mientras el fraile desaparecía.
La señora estaba extremadamente angustiada pensando en su esposo que se moría sin los auxilios religiosos. En aquél momento, oyó gemir al perro que estaba amarrado en el jardín de la casa, como si el animal percibiera la muerte ya próxima del amo.
La señora, no aguantando el gemido del perro, fue a soltarlo. En esos momentos sintió los dolores del parto y allí mismo dio a luz a una niña. El administrador de la casa corrió para ayudarle. De lejos vieron la escena los dos masones que vigilaban la entrada y también el párroco que quería entrar a la casa para auxiliar al moribundo.
El administrador, después de que ayudó a la señora a alcanzar la recámara, bajó indignado contra los masones que impedían el paso al sacerdote y les gritó: “dejen entrar al padre. Ustedes pueden impedirle que asista al moribundo, pero no tienen derecho a impedirle que vaya a bautizar a la niña que acaba de nacer prematuramente".
Fue así como se dejó pasar al sacerdote, que además de bautizar a la niña, administró los últimos sacramentos al moribundo arrepentido. A la muerte del señor Juan Bautista Rizzani, la joven viuda se trasladó a Roma con sus papás. Allí, la pequeña Giovanna creció educada cristianamente.
Escucha hoy domingo “La Zeta radio” 96.3 FM y 1340 AM a las seis de la tarde el programa “La Palabra” y vive el mensaje que Jesús tiene para ti desde toda la eternidad. Tenemos dos teléfonos en cabina y otros dos para recibir mensajes pidiendo oración de sanación por tus enfermos. Nosotros oramos y Jesús sana. Así iniciamos, así seguimos y así terminamos. ¡Gloria a Dios!
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; la Misa del domingo de las 9 de la mañana en la Parroquia de San Pedro y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas probablemente mañana lunes, escucha en la Z radio más detalles hoy a las seis de la tarde. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

Pedro ¿Por qué has dudado?

Pedro, el primero y principal de los apóstoles, sintió en su propia carne, como muchos hombres, el peso de la duda. Vehemente y apasionado, al reconocer a su Maestro vinienndo en las sombras de la noche, pidió andar sobre las aguas para ir a su encuentro.
En ese momento, la fe de Pedro era real pero incipiennte. Basava en el amor a su Señor, esa fe, porque era débil, necesitaba afianzarse en el prodigio. En última instancia, más que en la palabra de Jesús, fundaba su certeza en la resistencia de las aguas.
El apóstol avanzaba airoso sacudido por el viento y el oleaje. En tal barahúnda sintió miedo. La firmeza de su marcha empezó a ceder; y el agua se fue abriendo lentaamente bajo sus pies. Su fe se hundió.
Ante la perspectiva del abismo, carente de todo apoyo y seguridad, Pedro tuvo que volverse definitivamente a Jesús y poner sólo en él su confianza. Desde el fondo de su duda y su temor gritó: «¡Señor, sálvame!». La duda fue el paso a la fe decisiva. La prueba lo hizo transitar de la connfianza, tal vez superficial, en su Maestro, a la fe más honda. Perdiendo sus seguridades descubrió que sin Jesús él se hundía para siempre.
Dudar y hacerse preguntas que tocan las raíces, no significa necesariamente que todo se ha acabado... Por el conntrario, es ésa, a veces, la condición para volverse definitivaamente a Dios. Cuando ya no hay apoyo humano, cuando todo parece terminar, el hombre puede tender las manos a su Señor y exclamar: ¡Señor, sálvame!
La duda radical puede ayudamos a descubrir sin embustes, sin adornos, la necesidad absoluta que tenemos de Dios.
El hombre de este siglo, que ha visto quebrarse buena parte de sus certezas, tiene mucho que aprender de la duda de Pedro. Al igual que el apóstol, ha sentido que bajo sus pies se han roto muchas seguridades, y que surgen por eso innumerables dudas, temores y preguntas. Para muchos, sin embargo, puede ser ése el camino del reencuentro. Pedro dudó porque no había dado el paso a la entrega total y en el momento último comprendió que Jesús estaba a su lado dispuesto a tenderle la mano.
La verdadera fe no marcha sobre el agua... se afirma sólo en Dios. Quien duda ha de saber que en su mar no está solo. Quien ha perdido todas sus seguridades, y quien careece de puerto puede volverse en su impotencia al Señor y pedirle que lo salve. Jesús estará siempre esperándolo. «Hombre, ¿por qué has dudado?».
Probablemente mañana lunes se adelante la Misa de Sanación en el templo de Las Rosas, ya que hoy celebramos la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima, que es nuestra patrona. Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo.
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

Santa Rosa de Lima

Rosa a la edad de cinco años se propuso jamás ofender a Dios mortalmente, hizo voto de virginidad y empezó a menospreciar las cosas del mundo. Fue virgen que, aunque tentada violentamente por el demonio, a quien llamaba “el sarnoso”, nunca le dio entrada, y para estas materias mortificó su cuerpo.
Llegada Rosa a la edad juvenil, la lucha por la santidad comenzó por donde menos debía esperarse y por donde más es de temerse. Su misma familia, y lo que sorprende más, su propia madre, fueron los que más encarnizadamente la combatieron. Las manifestaciones de la extraordinaria vida mística y ascética de su hija, doña María las achacaba a manías, ilusión o fanatismo devoto; y si recapacitaba, muy pronto la pasión y el mal humor que la dominaba volvían a cegarle, echando por tierra sus buenos propósitos.
Desde muy niña Rosa había rogado a su divino Esposo le concediera tres favores: que sus penitencias no fuesen vistas; que las mercedes que Dios le hacía no fuesen conocidas por los hombres; y, que se mitigase el color de su rostro “porque no parecía sino una Rosa”. La santa limeña fue devotísima de la Virgen del Rosario, quien le enseñaba, consolaba y visitaba junto con su Santísimo Hijo. Su imagen, existente en la iglesia de Santo Domingo, cambiaba de rostro cada vez que le solicitaba algún favor y le significaba los sucesos futuros del reino.
Eso mismo sucede en el templo de Las Rosas, vivan las gracias que Jesús por intercesión de Santa Rosa de Lima hace en los que creemos que él es verdaderamente el Hijo de Dios: Durante la Misa después de la Asamblea de Alabanza en el templo de Las Rosas, el P. Xavier Andaluz nos dio el testimonio de un hermano que tenía SIDA. Nos comentó después de la homilía que lo invitaron a orar por un enfermo que padecía sida. Cuando llegó a su casa las personas que le atendían le informaron que no se podía levantar por el nivel máximo de enfermedad que tenía. En el lugar donde lo atendían les dijeron que se fuera a su casa a morir con los suyos, porque la ciencia no podía hacer más por él. Lo estaban deshauciendo. Al visitarlo el P. Andaluz lo escuchó, después lo confesó, le dio la comunión y lo ungió con el Óleo Santo. El padre estuvo esperando varios días el informe de su estado de salud, esperaba lo llamaran para el funeral. Cuando fue a su casa para saber más de él, le informaron que el que no se podía levantar, el que estaba acostado esperando un desenlace final: ¡se levantó! Estaba ya caminando. Había sanado. ¡Gloria a Dios!
Jesús es el Dios de lo imposible. Lo que no puede el hombre, lo que no alcanza la ciencia: Jesús que es Dios... ¡lo hace! De aquí nació una luz: le pedimos al P. Xavier que nos celebrara una Misa de Sanación el primer lunes de mes y estas fueron algunas de las moniciones que hizo la primera misa: El Dios de la vida que ha resucitado a Jesucristo rompiendo las ataduras de la muerte esté con todos ustedes.
Hermanos vamos a hacer oración especialmente por los enfermos para que Dios les conceda salud. Jesús puso como una condición indispensabe: la fe. De tal manera que pidamos a él que es Hijo de Dios Todopoderoso. Él es el Hijo de Dios enviado al mundo para hacer el bien a los demás y que pasó por el mundo haciendo el bien. Llenos de fe vamos a pedir con mucha confianza que con ese poder y con ese amor que tiene por nosotros, conceda la salud a los enfermos, salud del cuerpo, salud del alma. Acerquémonos pues al él con un alma limpia pidiendo con humildad perdón por todos los pecados. Yo confiezo ante Dios...
Dios omnipotente salvación eterna de los que en ti creen escucha las suplicas que te dirijimos por tus hijos enfermos para que recuperada la salud puedan darte gracias entre tu pueblo santo. Por Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
Esta Misa la ofrecemos a Dios Padre ofreciendo a Cristo para pedir la salud a los que estemos enfermos, salud para el cuerpo, salud para el alma. Pidamosle pues al Señor que seamos capaces de descubrir las enfermedades físicas para orar por el remedio adecuado para conseguir la salud. Oremos para que Dios nos ayude también a descubrir nuestras enfermedades del alma y podamos sanar eficazmente. Pidamos al Señor que ayude a los enfermos que más sufren para que con paciencia y espíritu cristiano se unan a Jesucristo. Pidamos al Señor que si va a conceder por su bondad la salud a los enfermos por nuestras oraciones, consigamos la salud más pronto y más eficaz. Señor escucha también las súplicas por las intenciones de tus hijos que están leyendo estas moniciones, por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.
Dios nuestro cuya providencia dirige cada momento de nuestra vida, recibe las súplicas y las ofrendas con las que imploramos tu misericordia por nuestros hermanos enfermos para que la preocupación de ahora por su enfermedad se nos convierta pronto en gozo por la salud. Por Jesucristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
Acuérdate de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, de todos los que se han muerto en tu misericordia, admítelos a contempar la luz de tu rostro. Te pedimos Señor por los enfermos aquí presentes para que por tu bondad, por el amor que les tienes les concedas la salud el cuerpo y del espíritu. Padre eterno te ofrecemos el sacrificio de tu hijo Jesucristo, el valor infinito de ese sacrificio, para que por él concedas la salud a todos los enfermos. Ten misericordia de todos nosotros y así con María la virgen, la Madre del Hijo de Dios, los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a travez de los tiempos, merezcamos por tu hijo Jesucristo compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo con él y en él, a ti Dios Padre omnipotente en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Así sea.
Dios nuestro, auxilio inefable en nuestra enfermedad, ayuda con tu poder a estos hijos tuyos, para que aliviados por tu misericordia vuelvan a ocupar su lugar en la asamblea de tus fieles. Por Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.
El domingo pasado Alfredo nos llamó a “La Zeta radio” pidiendo oración de sanación ya que tiene sida. Jesús, tu eres Dios y nunca se ha sabido de alguien que tenga su confianza en ti que halla quedado defraudado. Alfredo cree que tú estás presente en la Hostia consagrada, que es carne tu carne y sangre de tu sangre. ¡Sánalo Jesús para que el mundo se de cuenta que estás vivo... en “Provincia”, y en Alfredo. Gracias Jesús por los que creen que tú eres el mismo de ayer, de hoy y por siempre.
Una hermana que cayó en descanso en el Espíritu el día lunes de la Misa de Sanación en el templo de Las Rosas nos da su testimonio cuando tuvo su experiencia de la presencia del Santo Espíritu de Dios cuando se le ungió con el Óleo Santo, o Unción de los Enfermos: De verdad mi alma se llena de gozo al saber que Jesus vivo esta en mi, y quiere lo mejor para mi. Mi experiencia en la Misa de Sanacion en ese día es que Dios me arropó en con sus alas, y me susurro al oído que: “todo está bien y todo va a seguir bien, mi hija amada”.
Tuve la dicha de ir a la Misa de Sanacion en el templo de Las Rosas. Días antes había tenido una pena que me había lastimado y había llenado de heridas mi corazon, lo que me llevó a realizar una confesion y a poder recibir a Jesús Eucaristía. Le dije a mi Jesús y a la persona que me lastimó que este problema me iba a llevar a acercarme más a Jesús y a recibirlo. El saber que aparte de alabar a mi Señor iba a recibir el regalo de la misa de sanacion, y que en esa misa el Señor iba a derramar sobre mí y sobre todos su amor y bendiciones, me llenaba de gozo.
Al momento de formarnos para que el padre Xavier Andalúz A. nos unguiera, yo seguía en oración y pidiendole a Jesús que tomara de mi ser todo lo que no perteneciera a él, que me llenara de su fuerza, de su presencia, que ya no quería ser esa mujer vieja, que me revistiera de una mujer nueva. Cuando el padre me ungió en nombre de Cristo sentí como si me aventara hacía atras y mis pies ya no tenían la fuerza para sostenerme. Caí en descanso en el Espíritu. Sentí en ese momento una gran paz dentro de mi ser, y alrededor de mi. Sentí que Alguien me estaba acompañando. Al sentirme abrazada y amada por mi Señor, empecé a llorar, pero eran lagrimas de agradecimiento y de gozo, de ser tan pequeña y tan llena de errores y aun asi poder sentir y experimentar la presencia de mi Dios. No quería salir de ese estado de paz, de amor. Ese es un estado en el que quisiera estar siempre.
Verdaderamente a sido muy bello que mi Señor a pesar de los momentos en que yo me alejé de el, de esos momentos de oscuridad, él me perdona y me ama. Él ha dado su vida por mi, solo por mi derramó cada gota de su sangre, cada momento que él recibía un latigazo, una ofensa, lo hizo por mi, para yo ser liberada de la oscuridad en que vivía. Ahora Jesús me ha llenado de su luz, ahora puedo experimentar el inmenso sufrimiento de él y quiero que él sepa que su no sufrimiento no ha sido en vano, que quiero seguirle y amarle. No quiero seguirle por sus milagros quiero seguirle por su inmenso amor, quiero seguirle como una muestra de agradecimiento de lo mucho que a hecho por mí, y no solo por mí sino tambien por mis hijos, por mi trabajo, por todo lo que me a dado. Tambien quiero que Jesús sepa, que quiero que me enseñe a hacer su voluntad en todo momento, que me enseñe a amar, para así con esa enseñanza de mi maestro Jesús, dejar que él a travez de mi sea esa fuente de luz para otros hermanos.
Siento gozo al saber que Jesús me eligió, que puso sus ojos sobre mí para que yo no continuara sola. Ahora se y reconozco que en todos los momentos de mi vida él estaba paciente y amorosamente esperando por mi, esperando que yo le dijera: Jesús vuelvo a ti, vuelvo a ti mi Señor Jesús. Te dejo que seas dueño y Señor de todo mi ser, toma posesion de esta morada que te pertenece y que te ha pertenecido siempre. Y entonces el hace su obra en mi al desposeerme de todo orgullo. Toma mi alma humillada, arrepentida, y simplemente me arropa en su misericordia. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
Probablemente mañana lunes se adelante la Misa de Sanación ya que hoy celebramos la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima, que es nuestra patrona, y que oraba así: “Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, a mí me pesa de haberte ofendido, por ser tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas. Dios mío y verdadero esposo de mi alma y alegría de mi corazón, yo, te quiero amar, benignísimo Jesús, con aquel perfectísimo amor, eficacísimo amor, incontrastable amor, invencible amor, que todos los cortesanos del Cielo te aman, y más te quisiera amar, Dios de mi corazón y de mi vida. Quisiera amar, regalo mío, tanto como la Santísima Virgen te ama, y más os quisiera amar, salud y alegría mía y de mi alma. Quisiera amar tanto a ti, Dios mío, como tú me amas. Abráseme yo, consúmame yo, en fuego de divino amor, benignísimo Jesús”. Escuha más detalles en nuestro programa: “La Palabra” de hoy a las seis de la tarde por “La Zeta Radio”, 96.3 FM y 1340 AM.
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

viernes, 21 de agosto de 2009

¿Qué siginifica 70 veces 7?

En una comunidad pusieron un letrero grande a la entrada de la casa que decía: "70 X 7", haciendo alusión a aquella palabra de Jesús que nos mandaba perdonar setenta veces siete. (Mt 18,22)
¿Qué significa perdonar setenta veces siete? Significa perdonar con las siguientes características:
A. Perdonar todo a todos. Perdonar todo, sea lo que sea. Desde la ofensa más pequeña hasta la misma muerte. Perdonar a todo mundo, no sólo a los hermanos que amamos y a los cuales somos capaces de excusar. También a los enemigos, a los que nos odian, al que ha hablado mal de nosotros, al comunista, al protestante, a la prostituta, en fin, a los que creemos que son peores que nosotros, aunque tal vez nos vayan a aventajar en el Reino de los Cielos.
B. Perdonar al que nos ofende. Aunque él no nos pida perdón. No se trata de perdonar a quien se arrepiente, sino a todo el que nos haya ofendido; no importa que él no se vuelva a nosotros, lo perdonamos. Así lo enseñó Jesús en la oración del Padre Nuestro: "como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".
C. Inmediata e incondicionalmente. No dejando que el sol se ponga sobre nuestra ira para no permanecer en tinieblas en nuestro corazón. Y sin condicionar el perdón, sin exigir algún tipo de pago, sin chantajear o hacer sentir mal a quien nos ofendió.
D. Olvidando la ofensa. Sin volverla a tomar en cuenta para el futuro. Sin echarla en cara en otra ocasión. Sin tomar ninguna represalia contra el hermano. Perdonar sin olvidar no es perdonar. No es cuestión de olvidar materialmente, sino de actuar sin condicionamientos por lo que nos hicieron. Si nosotros ponemos los moldes del perdón, el Señor los llenará de su Shalom, de su Paz.
E. Devolviendo la confianza original. Volver a confiar en el hermano como antes de que cometiera la falta; como Jesús le devolvió la confianza a Pedro después de sus tres negaciones.
F. Devolviendo un bien por el mal recibido. Porque la única manera de vencer al mal no es soportándolo con resignación o perdonando, sino devolviendo un bien.
G. Perdonando de corazón. Es decir, no sólo de palabra sino con amor misericordioso y compasivo, doliéndonos más porque un hermano nuestro se convirtió en ofensor que porque nosotros fuimos ofendidos. ...y si de esta manera hemos llegado a perdonar hasta siete veces, los discípulos de Jesús deben perdonar así siempre.
Perdonar así es una acción difícil que muchos la consideran imposible y de esa manera, ya no se sienten obligados a llevarla a cabo, puesto que es irrealizable. Por ello dicen: Yo podría perdonar cualquier cosa, menos tal... -Eso no se lo paso a nadie... -Yo siempre le he hecho bien y me paga de esa manera... -Perdono, pero no olvido... -Esto no tiene perdón... pero tú no sabes lo que me hizo...
Otros piensan que perdonar es perder; y como no están dispuestos a perder no quieren perdonar.
Resulta claro que nosotros no tenemos la fuerza para perdonar. Precisamente por eso cuando Cristo envió a sus apóstoles a perdonar les dijo: "Reciban el Espíritu Santo que los capacita para lo que ustedes no pueden con sus propias fuerzas".
La paz se pierde cuando existe algún tipo de agresión, incomprensión o falta de amor. El desasosiego y la intranquilidad se presentan y hacen presa de nosotros cuando las cosas no sucedieron como las esperábamos o las habíamos planeado. La violencia surge ante las injusticias que se nos imponen. Todo esto causa heridas en nosotros.
La única forma como verdaderamente restablecemos tanto la paz interior como exterior es si perdonamos al culpable, así sea nuestra propia persona. En la medida que en vez de exhibir nuestras heridas para justificar nuestra venganza, ellas se transformen en fuentes de paz para nuestros hermanos por medio del perdón, en esa medida seremos sanos totalmente, canales de salud para otros, artífices de paz para el mundo y podremos vivir el mesiánico Shalom que Cristo vino a traer y que instaura a través de las llagas de su Cuerpo místico que somos cada uno de nosotros.
Si existe alguna tristeza o insatisfacción, busquemos en el fondo de nuestro corazón hasta encontrar la raíz: siempre descubriremos que es algo o alguien a quien no hemos perdonado. Esto, naturalmente, no es para remover la espina en la herida sino como el cirujano que extirpa el tumor que produce muerte.
¿Queremos ser felices? No hagamos caso a las voces del mundo. Escuchemos una vez más el secreto de Aquel que alcanzó la felicidad y nos dio la receta eficaz: Felices los pacificadores porque ellos poseerán la tierra: Mt 5,9.
La salud interior, y aun la física, se dan en la medida que perdonamos a todos los que nos han ofendido. El perdón es una medicina que cura todos los males, especialmente el de la tristeza, el resentimiento, la envidia y todo tipo de venganza y violencia.
La salud nunca llega por el simple hecho de conocer la enfermedad que padecemos, comprar las medicinas y por saber el contenido de las mismas, sino cuando las tomamos. Hasta que la penicilina se integra a nuestro organismo y llega a ser parte de nuestro ser, actúa con su poder terapéutico; no cuando está en el frasquito.
De la misma manera necesitamos hacer vida lo que hemos aprendido, poniéndolo en práctica. De lo contrario jamás obtendremos la maravillosa salud que Cristo resucitado nos ofrece. Es necesario que lo que entendemos con la cabeza lo aceptemos con el corazón y lo convirtamos en principio de acción.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

La fotosíntesis espiritual

La fotosíntesis es uno de los fenómenos más extraordinarios de la naturaleza. Aunque es muy complejo, lo vamos a exponer de manera sencilla: Gracias a la luz del día, las plantas absorben agua y bióxido de carbono, que es un compuesto contaminante y venenoso. Activadas por la energía solar toman el carbono como alimento y liberan el oxígeno, el cual favorece la vida natural. Sin embargo, durante la noche, precisamente debido a la ausencia de luz, el proceso se invierte: toman oxígeno y producen bióxido de carbono que contamina el ambiente. Por esta razón muchas personas, antes de dormir, acostumbran sacar las plantas de sus habitaciones.
La fotosíntesis espiritual es todavía más maravillosa: gracias a la luz de Cristo Jesús nuestro corazón puede transformar la maldad, la injusticia, la soledad, la incomprensión y todo tipo de enfermedad o sufrimiento en un elemento que propicie la vida, la haga crecer y fortalecerse. Para que esto suceda se necesitan también dos elementos: la luz y el agua.
+ La luz: Así como los rayos solares activan un mecanismo celular que desarrolla la vida, así la luz de la nueva creación inaugurada gracias al sacrificio voluntario de Cristo Jesús (en el momento preciso de su muerte aparece la luz en medio de las tinieblas que habían cubierto la tierra), nos permite repetir el proceso de perdonar incondicionalmente como Jesús que dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Sin luz no puede haber vida, y Cristo Jesús es la luz del mundo (Jn 8,12) que nos invita a ser como él, luz del mundo (Mt 5,14).
+ El agua: La planta, al absorber el agua juntamente con el bióxido de carbono, es capaz de liberar oxígeno. ¿Cuál es esta agua maravillosa que nos permite tal transformación? La que brota del costado abierto de Cristo en la cruz. En el evangelio de Juan, siempre que se habla del agua, se está refiriendo directamente al Espíritu Santo. Gracias al Espíritu Santo que perdona nuestros pecados somos nosotros capaces de liberar un elemento que permite no sólo la vida, sino que la hace crecer.
Con la fotosíntesis espiritual tenemos la posibilidad de transformar lo más negativo de este mundo en un elemento vivificante para los demás y para nosotros mismos. Sin embargo, cuando miramos estas mismas circunstancias a la sombra de la autocompasión o de nuestro complejo de víctima, esas heridas se infectan y comienzan a contagiar a los demás, produciendo un veneno que es nocivo para todos.
Por esta razón, el Señor nos mandó que no se pusiera el sol sobre nuestra ira (Ef 4,26), ya que en las tinieblas de nuestro corazón se produciría un veneno mortal que acabaría con nosotros mismos, lo cual sería prácticamente un suicidio.
El siguiente testimonio de una esposa nos muestra un maravilloso caso de fotosíntesis de fe: Mi vida transcurría felizmente después de que Dios me había dado un marido maravilloso y tres hijos. Mi esposo es un médico responsable, amante del deporte y sobre todo, buen hombre, magnífico padre y esposo ejemplar. Llevábamos ya 28 años de casados cuando todo cambió de la forma más inesperada.
El 29 de diciembre al medio día entraron unos hombres armados a su clínica y se lo llevaron secuestrado. Nunca hubo ninguna comunicación, ni de parte de los secuestradores ni de mi esposo. Comencé a experimentar la total incertidumbre sobre su vida o su muerte. Los primeros minutos me parecieron eternos, los siguientes días interminables y las noches nunca acababan.
Poco a poco la esperanza de reencontrarlo se transformó en estas preguntas: ¿Por qué a mí? ¿Por qué a mí? Rápidamente se me desarrolló una hipertensión con la cual yo parecía un cadáver ambulante. Tuve que ver al psiquiatra, pero el problema persistía a pesar de todos los antidepresivos que tomaba. Continuas jaquecas me atormentaban por varios días seguidos, mientras la amargura me consumía.
Después de un interminable calvario, una noche de insomnio me levanté y le dije al Señor: Señor, ¡ya es suficiente! Ahora sí quiero entregarte a mi esposo definitivamente. Es tuyo. Te doy las gracias por todo lo que ha sucedido. Materialmente sentí que una mano me arrancaba una presión de mi pecho y experimenté la liberación total. Me sentía ligera como plumita en el aire y comencé a llorar, ya no de tristeza sino de paz profunda. Esa noche, como la del Éxodo, trajo luz y liberación a mi corazón.
El Señor me bautizó con el Espíritu Santo y unos días después pude perdonar a los secuestradores, lo cual me produjo aún más liberación y paz. Como yo no los conocía a ellos, en cada desconocido veía un potencial secuestrador. Había sido terrible vivir en esa situación, rodeada de enemigos, sospechando de todo mundo.
Pero al perdonar, todo cambió. Se acabó la hipertensión y dejé de tomar pastillas. Cesaron los terribles dolores de cabeza y volvió la alegría a mi corazón.
La gente se comenzó a preguntar lo que me había pasado, pues había cambiado mi ropa de luto y mi rostro reflejaba paz y alegría. Yo les contaba la maravillosa liberación que Dios había hecho en mi vida. Algunos lloraban, otros me felicitaban y no faltaron los que nada comprendieron. Lo cierto es que el Señor y el perdón me resucitaron y me hicieron instrumento para dar esperanza a otros que también sufrían penas incomprensibles.
A tres años del secuestro, puedo decir: bendita llaga que sangró abundantemente porque a través de ella he podido llevar paz a muchos que sufren. Aquella pregunta que martillaba mi cabeza: ¿Por qué?, ¿por qué a mí? ha sido respondida satisfactoriamente, aunque mi esposo no ha regresado todavía.
Mi esposo ha sido un instrumento para que muchos se acerquen al Señor. Su silencio se ha convertido en gritos de alabanzas de otros muchos. Yo no lo considero muerto ya que da muestras de fecundidad y paz hasta en gente que no le conoció.
Yo he rejuvenecido. El cascarón se ha marchitado, pero por dentro he sido renovada.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
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El Reino de Dios ha llegado

Dice la Escritura: «Ha llegado a vosotros el Reino de Dios», pero esto no es un tema, es el Reino de Dios que ha llegado a nosotros. Es tan sencillo que hay que pararse y dejar que fluya lo que está adentro.
Cuando llega el Espíritu Santo a la vida de alguien, el Reino de Dios se le ha metido adentro. Hay veces que preguntan: ¿y por qué usted predica así? eso es lo que yo quisiera saber, no se por qué. Y tiene que llegar el momento en que pregunten ¿por qué usted ama a este? eso es lo que yo quisiera saber, no se por qué. Es que me viene. Es el Reino de Dios que se hace fuerza. Ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Quizá una figura gráfica para ayudarnos a entender este concepto que llega el Reino de Dios, es que todo lo que Dios ha creado le pertenece a Él. Esta tierra es apenas una pequeña velita en el Universo de Dios, que tiene no solamente niveles de tierras sino de soles, de galaxias, y todo lo creó Él y es de Él y es su Reino. Es incomprensible la grandeza y inmensidad del Reino de Dios donde Dios gobierna lo que le pertenece a Él. Pero un día sucedió un desastre, parecería que uno de los príncipes de Dios, uno que tenía debajo de sí cierta parte de esa gran Reino se reveló contra Dios, quizá pretendiendo usurpar su trono, no lo se, pero ese que ahora es Satanás, dividió ese Reino grande precioso de Dios y a él le siguieron muchos dice el libro de Apocalipsis, dice que el arrastró consigo un tercio de las estrellas del cielo, no se cuan grande será ese pedazo de reino que él separó. Si vamos a ser literales un tercio es un gran pedazo, y el hecho de que él es el príncipe de esta tierra, de este mundo, nos dice que quizás este planeta fue la capital de la rebelión contra Dios, por ahí entenderemos la causa por qué Dios eligió este planeta para que venga Cristo a morir en la cruz y aplastar la cabeza de la serpiente.
Pero este pedazo de Reino que se reveló Dios lo llama el reino de las tinieblas, y la parte que quedó del lado de Dios «El Reino de Dios», Satanás es el rey de las tinieblas es el príncipe de este mundo, el mismo Jesucristo dijo aquí viene el Príncipe de este mundo, la tentación que nos cuenta el santo Evangelio. Satanás le dice a Cristo en la montaña alta «mira todos estos reinos son míos, y yo a quien quiero lo doy, Jesús no dijo, no señor no soy suyos. Reconoce que él es el príncipe de esta tierra. Pablo dice que nuestra lucha no es contra gente de carne y hueso sino contra principados, potestades, contra gobernadores de estas tinieblas, contra malignos espirituales en los aires.
Esta tierra está en el reino de las tinieblas, esta tierra es parte de lo que se reveló contra Dios, por supuesto Dios siempre quiso volver hacia si esto que se reveló, me parece que una de las formas más hermosas que Él quiso hacerlo fue cuando puso aquí en esta tierra que después de la rebelión quedó sin forma y vacía, hizo que nazca un Adán y una Eva, como diciendo ahora pongo la semilla de mi reino otra vez, en ese reino de tinieblas revelado, pero Satanás los hizo caer, y fueron vendidos otra vez a la esclavitud del enemigo, archienemigo de Dios, pero Dios no es de aquellos que se dan por vencidos muy fácil. Yo no entiendo mucho de este misterio, pero si entiendo que este misterio está revelando el amor de Dios, porque Dios podía haber hecho un desastre, desbaratar, terminar. ¡Pero NO!, El es un Rey, es un Rey de paz, y de amor, por eso es que de este lado es todo tinieblas, confusión, Satanás, sus príncipes, sus ángeles, sus demonios, y una raza humana débil y frágil en la cual Dios quería en esa debilidad mostrar su poder y su gloria, parece que está todo perdido, parece que no hay más salvación, parece que hay un abismo inmenso entre el Reino de Dios y las tinieblas, parece que no hay más esperanza, que solo es desesperación y angustia, pero un día resuenan las tremendas palabras en una de las calles de esa tierra que Dios escogió y las palabras son: “EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO, Aleluya”. Y que significa esto, significa que Dios no, no se olvido, no, Dios no va a condenar sin antes mostrar la grandeza de su amor para su creación, y nos manda nada menos que el mismo Rey de Gloria, Jesucristo, su Hijo amado, como Pablo dice: Es necesario que Cristo reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies, y cuando todo le sea sujeto él volverá a entregar el Reino al Padre, Aleluya. Así que el oficio de Cristo Rey es reconquistar y someter de nuevo al Padre todo este sector que se reveló contra Dios, y escogió la capital federal del reino de las tinieblas para ahí empezar su obra redentora. Y nosotros somos parte de eso. ¡Gloria al Señor!
Arrepiéntete que el Reino de los cielos se ha acercado, arrepiéntete y cree en el Evangelio. La palabra Evangelio significa Buena Nueva, Buenas Noticias, Buenas Noticias para el hombre de hoy, noticia buena para este reino de tinieblas, sin esperanzas, sin Dios, sin nada, que les llegue la noticia que el gobierno de Dios se ha acercado, que si nos arrepentimos y creemos a esa Buena Noticia, Entramos al Reino otra vez, y somos redimidos para siempre.
Y como hizo nuestro Señor para que esto sea posible, y el mensaje no sea complicado, es muy sencillo: nosotros nos vendimos al enemigo en Adán y Eva, y el Enemigo tomó el derecho sobre nosotros, éramos ciudadanos de las tinieblas, pero Cristo Jesús con su sangre preciosa vino a comprar a redimir. La palabra redimir significa que algo que era mío y lo perdí lo vuelvo a comprar, como aquel chiquillo que fue con su barquito que su papá le había hecho a un lago para hacerlo flotar, y mientras que jugaba con el barquito se le fue, y al barquito se lo lleva la corriente y el desesperado quiere alcanzarlo pero no puede y lo pierde, ¡y lo perdió! Pero un día andando por las calles del centro de la ciudad ve a su barquito en el aparador de una juguetería, papá dice mi barco, y entra adentro y hace un alboroto, y el padre tiene que pagar $2,000 para comprar el barco, y ahora el niño dice: ahora este barco es dos veces mío, primero porque mi papá me lo hizo, segundo por que me lo compró, lo redimió, lo rescató pagando un precio. Nosotros somos de Dios, pero nos vendimos al pecado, pero Cristo vino y nos rescata nada menos que pagando el gran precio de su sangre preciosa, sangre sin mancha y sin contaminación. De allí la necesidad que Jesucristo nazca de una Virgen, de allí la necesidad que sea puro y santo, porque un pecador no puede pagar por otro pecador. Si hay un bandido que está robando y matando con su amigo, otro bandido que está robando y matando. Uno es puesto preso, el otro queda libre, y un día el bandido que lo han puesto preso le sentencian la muerte, el bandido que quedó libre dice: pobre mi amigo me voy a presentar para que me maten a mi en lugar de él, y el va y se presenta a la policía y dice: yo vengo a ofrecerme por mi amigo por que no quiero que lo maten, el tiene familia yo no, ¿y usted quien es? yo soy su amigo, fulano de tal. A usted también lo andábamos buscando y también lo ponen preso. No puede un malhechor pagar por otro malhechor, pero Cristo sí. Cuando iba a nacer Jesucristo Dios puso la mano y dijo ¡NO!, la raza de Adán aquí no entra, este va a ser santo y puro. Aleluya, Gloria Dios.
La sangre preciosa se le llama a la de Jesucristo no por alguna virtud física o molecular sino por que no había ningún otro que tuviera esa sangre, que pudiera comprar a todo el resto de la humanidad, no hay ningún otro, es preciosa, es la única, entonces Cristo nos redime, nos compra. Ha llegado el Reino de Dios a nosotros. ¿Que significa esto? Cristo nos compra amados hermanos y amigos, Cristo nos ha comprado con su sangre preciosa. Pablo dice palabras clarísimas, inequívocas, ninguno de vosotros vive para sí, y ninguno de vosotros muere para sí, porque si vivimos para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos así que sea que vivamos o muramos del Señor somos, porque para esto Cristo murió y resucitó y volvió a vivir para ser Señor, Amo de vivos y muertos. Cuando nosotros comprendemos que nuestra vida ha sido comprada y que le pertenece a él, y que no somos nuestros, que ninguno vive para sí, y ninguno muere para sí, sino que si vivimos para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos, ¡se nos acaban todos los problemas! ¿por qué? porque un ciervo, un esclavo no tiene problemas, él solo obedece y se acabó, los problemas son del dueño. Pablo dice: para mi es lo mismo si vivo, vivo para el Señor, si muero, muero para el Señor, así que si vivo si muero soy del Señor. El dice, no se que hacer, dice en una carta, si seguir vivo o si morirme porque dice para mí el vivir es Cristo, el morir es ganancia porque voy a estar con él que es mucho mejor, pero me parece que me voy a quedar con ustedes dice. Ja, ja, ja, no tenía ningún problema, el que no vive para Cristo tiene problemas para vivir y problemas para morir. Pero el que perdió su vida en Cristo nuestro Señor, si me mandan preso, Aleluya, si me dejan en libertad, Aleluya es para ti. Si me dejan hablar por radio es para ti y si me mandan a predicar al Cerezo es para ti. Aleluya. Y si me matan, me empujan para ti. Si me voy a predicar a la calle, es para ti. Si me mandan preso por predicar en la calle es para ti. Aleluya, Gloria a Dios.
El emperador romano con todo su poder con toda su gloria le crujían los dientes porque no podía hacer que ese debilucho, ese flaquito, ese insignificante súbdito negara a Jesucristo, porque él se lo pedía y lo obligaba, y los veía morir en las llamas de la hoguera, y en la boca de los leones y le daba más rabia ¿como hago? porque ¡morían cantando!
Amados hermanos somos comprados por Jesucristo. Dice Pablo que Cristo murió por todos los que viven, ya no vivan más para si mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Tu y yo somos de Jesucristo, y ahora quiero decirte un mensaje muy especial: tu y yo estamos perdidos, no, no, hermano Aurelio, estamos salvados. No estamos perdidos, no, estábamos perdidos, no estamos perdidos, no, no, pero ¿Cómo? La única diferencia es que estamos perdidos en diferentes brazos. Antes estábamos perdidos en los brazos del enemigo, ahora estamos perdidos en los brazos de Cristo, ¡pero perdidos!
De allí las palabras de nuestro Señor, «El que quiere salvar su vida la perderá, y el que pierde su vida la aliará, claro si yo estoy en las manos del enemigo y quiero salvarme miro a Cristo y él me extiende sus brazos y yo salto a los brazos de Cristo, pero si estoy en los brazos de Cristo y quiero salvarme caigo en los brazos del enemigo, de manera de que aquí hermanos no hay otra alternativa o somos o no somos. O SI o SI. Y este es el mensaje que el Señor quiere darnos esta día, que uno de los elementos que componen el mensaje del Reino es esta tremenda realidad que no se puede estar en medio no se puede ser tibio sino que somos o no somos, por que no hay tres caminos, Jesucristo dijo que hay ¿cuantos caminos? DOS. El ancho y el angosto. Pero la mayoría de los cristianos cree que hay tres caminos, el camino ancho, es para los pecadores, para las rameras, para los que negocian con drogas, para los asesinos. El camino angosto es para los sacerdotes, las religiosas y los monjes, y después hay un tercer camino, no tan ancho pero no tan angosto, para el resto de los cristianos. Esto no es así. O somos o no somos, dos reinos, no tres, el Reino de Dios y el reino de las tinieblas, y yo no me voy a ir de aquí, del “El Sol de Morelia” hasta que tu no estés seguro de en que reino estás.
Alguna gente cree que uno sabe en que reino está por las formas de afuera hay algunos que dicen que se dan cuanta por la forma de vestir, de si fuma a si no fuma, si hace esto o si no hace esto, mira puede ser, yo creo que el Reino de Dios llega hasta esas cosas, si, pero es más profundo que eso, El reino de Dios y el reino de las tinieblas es bien clara la diferencia y tu vas a saber bien claro donde estás. El reino de las tinieblas Pablo lo define con palabras bien claras, dice: Nosotros antes cuando estábamos en tinieblas, dice a los efesios en el capítulo 1 éramos por naturaleza hijos de ira, como los demás, vivíamos haciendo la voluntad de la carne, y de acuerdo a los deseos de los pensamientos de nuestro corazón, vivíamos así. El describe el reino de tinieblas como un sistema de vida donde cada quien hace lo que se le da gusto y gana, donde uno vive como quiere, donde uno sigue lo que se le antoja, por supuesto el rey de las tinieblas es muy vivo, es muy inteligente, hasta cierto punto, porque el Enemigo dice: en mi reino ustedes pueden vivir como les de su regalada gana, hagan lo que quieran, ¡Oye, pero que bien! que rey, que democrático, pero claro él es muy vivo, él sabe que la naturaleza humana del hombre es pecaminosa y darle libertad a una raza cuyas tendencias son malas es ponerla en la mayor de las esclavitudes, la esclavitud de sus pasiones de sus pecados, la esclavitud de la perdición, por eso es que el Enemigo dice al hombre vive como quieras porque ¿sabes que? esa es la perdición, por eso es que cuando nos ofrecen libertad aquí en la tierra tenemos que tener mucho cuidado porque el hombre nunca puede dar libertad, porque la plena libertad, a una persona con su naturaleza pecaminosa que tiene hacía el mal, es hundirlo en la peor de las esclavitudes, solamente Cristo ofrece la libertad verdadera, él dijo: Y si el Hijo los libertare seréis verdaderamente libres. ¿Por qué? Porque él entra en la vida y cambia el corazón. Donde había esos deseos del mal, comienza haber deseos de obras buenas, y de oración y de amor a Cristo, a los hermanos.
El reino de las tinieblas es como un gran barco como el Titanic, un barco grande que parece muy seguro pero que un témpano de hielo le rompe el casco y empieza a hundirse despacito, no hay botes salvavidas para todos, el capitán sabe que el barco está perdido, y dice a los pasajeros: miren señores les voy a dar todas las libertades en este barco, los que están en tercera y se quieren pasar a primera sin pagar nada pásense nomás. Ustedes que quieren servirse vayan al comedor y sírvanse bebida, todo lo que quieran sin pagar nada si quieren jugar fútbol en el comedor no importa aunque rompan los cristales, jueguen, jueguen. Y los pasajeros dicen: ¡Pero que capitán fantástico que tenemos! Je Je. ¡Total, están todos perdidos! Y esto es lo que les dice el enemigo en su reino a sus ciudadanos vivan como quieran hagan lo que se les antoje total están todos perdidos.
Pero no crean hermanos que por que están leyendo este mensaje eso quiere decir que están en el Reino de Dios, porque entre las muchas libertades que da el rey de este mundo también da libertad de religión, al Diablo no le importa que uno tenga cualquier religión, basta que la religión sea a la manera de las tinieblas, y ¿que es una religión a la manera de las tinieblas?, es una religión donde yo hago de la religión lo que yo quiero, y lo que yo no quiero yo no lo hago.
¡Alabado sea Jesucristo!
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¿Quién me tocó?

Jesús iba camino de la casa de Jairo. Lc 8,45 Centenares de personas se apretujaban en torno para poder oído. Casi no podía avanzar por el gentío que lo presionaba por todos lados. Era el barullo que produce la curiosidad y la moda. Muchos querían acercarse al «profeta» para poder contar que lo habían visto, que lo habían tocado. En el lenguaje actual diríamos que todos hubiesen deseado sacarse una fotografía con él o arrancarle un autógrafo, pero curiosamente todos esos hombres fueron incapaces de alcanzar al Señor. Se rozaron con él; lo apretaron sin llegar a tocarlo. Al Señor se va por otros caminos y de eso trata la reflexión sobre esta pregunta.
Sólo una mujer se acercó silenciosamente y por detrás tocó la orla del manto de Jesús. Iba cargada de humillaciones y de dolor por una enfermedad que la hacía contagiosa e impura ante la ley. En ella no había curiosidad. Había necesidad y confianza. Llevaba años sufriendo. Había acudido a otros inútilmente. Entonces sólo le quedaba Dios. Al extender su mano para tocar el borde del manto del Señor, corrió por ella un flujo de soledad, de impotencia y vergüenza que quiso ocultar con el silencio. Eso era ella: un amasijo de ruinas que esperaba en Jesús... y el flujo de su sangre se detuvo. «¿Quién me tocó?». Mientras la sangre dejaba de manar, del Señor brotó una fuente de gracia, de comprensión y paz.
Jesús percibió que allí había otra cosa. Alguien de verdad se acercaba a él, había humanidad y sinceridad. Alguien se atrevía, en secreto, a abrirle sus miserias. Alguien se a acercaba lleno de necesidades y no tenía otra voz que su total confianza. Ese lenguaje llegó al corazón de Cristo: «¿Quién me tocó?».
Este texto, a su modo, nos enseña sobre el verdadero acceso a Jesús. Los géneros literarios de los exégetas, las tesis más nuevas de la cristología, con todo lo necesarias e importantes que sean, son incapaces de tocar la orla del manto y llegar por ahí hasta el corazón de Cristo. Esa mujer no pidió nada, se contentó con establecer un contacto real con Jesucristo desde su verdad humana.
Ante Jesús no hay máscaras porque él en lo secreto capta nuestro propio secreto. Todo hombre tiene enfermeedades que hacen sufrir, con frecuencia son más graves las del alma que las del cuerpo, pero solemos cubrirlas con títulos, honores, con ciencia vana, y con superficialidad. Así no podremos nunca alcanzar a Jesús. Esta mujer anónima, sencilla y sufriente nos enseña un modo de acercamos al Señor: con confianza, con humildad, silenciosamente, poniendo a su sombra nuestra enfermedad. Con esa actitud aunque esa mujer no hubiese sanado en su cuerpo, habría encontrado su verdadera salvación. A través de esa mano temblorosa, sus penas pasaron a Jesús y se hicieron parte de la cruz redentora. Ese dolor inmenso encontró un sentido salvador, y darle un sentido al sufrimiento es más importannte que curarlo.
Ahora cabe preguntamos: ¿cómo nos acercamos al Señor? ¿Desde dónde lo buscamos? Esta mujer con su silencio nos ha abierto una vía. Por ella caminan sobre todo los pobres y los sencillos de corazón.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
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Una ruta de Salvación

En una noche oscura, y lluviosa, cuando vamos manejando, nos sentimos intranquilos al abrirse ante nosotros un sin número de caminos. ¿Cuál de todos seguir? Entonces comienzan la ansiedad, el miedo, la angustia, la desesperación. En el principio de la humanidad, los hombres extraviaron el camino, al apartarse de Dios; sus lenguas se confundieron. El Señor es Padre, Dios es Palabra, y se comunica con los hombres; va a buscarlos: por medio de su siervo Moisés, les entrega los diez mandamientos, o sea, el camino para su salvación.
Moisés recibe el mensaje del Señor y lo escribe en dos tablas de piedra; así se escribía en el principio de la humanidad. Allí está expresada la voluntad de Dios para sus hijos. Se le ha llamado "el decálogo", que significa "diez palabras", diez pistas que Dios señala para encontrar la salvación.
A través del tiempo, aquella ley pura y santa, que Dios había entregado a los hombres, fue deformada con interpretaciones y añadiduras. Tal es el caso del día sábado: habían llegado a tal rigorismo que hasta tenían contados los pasos que podían dar. Así, por atender al descanso del sábado, no cuidaban a los enfermos.
Jesús, ante todo puntualizó: "Yo no he venido a abolir la Ley, sino a darle plenitud", es decir, a perfeccionarla. También Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, antes que deje de cumplirse una sola letra".
Jesús trae una verdadera revolución cuando llega; resumir todos los mandamientos en dos, nada más, que compendian todo. Jesús dijo que toda la ley y los profetas se resumían en: Amar a Dios con toda el alma, con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo". La perfección que Jesús trae la enuncia de la manera siguiente: "A ustedes les dijeron: no matarás; pero yo les digo que el que esté peleado con su hermano será procesado". También añade Jesús: "Si vas a ofrecer tu ofrenda ante el altar y te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, ve primero a reconciliarte con tu hermano". Jesús advirtió:" A ustedes se les dijo: ojo por ojo, diente por diente; Yo les digo; si te pegan en una mejilla, pon la otra; si te quieren quitar la túnica, dales también el manto". Jesús explicó: "A ustedes les dijeron: amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo; Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por las personas que los persiguen". Así vino a perfeccionar Jesús la ley de Moisés.
Jesús inaugura un tiempo de gracia, lo que se llama el Nuevo Testamento. Dios había hecho un antiguo pacto, en el monte Sinaí, con su pueblo, ahora Jesús venía a hacer el nuevo pacto, el Nuevo Testamento, la nueva ley de salvación.
Esta época de gracia, había ya sido profetizada. Jeremías, en el capítulo 31 habla de que Dios hará con su pueblo una nueva alianza y dice: "Meteré mi Ley en su pecho, la escribiré en sus corazones". Esto se realiza con la venida de Jesús. En el profeta Ezequiel, también estaba ya profetizado; en el capítulo 36 se promete dar "un nuevo corazón y un nuevo Espíritu". Esto se verificó con la venida de Jesús.
El error de los judíos fue creer que podrían practicar la ley alcanzar la salvación con sus propias fuerzas, y se dio una situación muy peculiar: personas que seguramente cumplían la ley, mientras sus corazones no eran totalmente del Señor. Externamente todo marchaba bien; pero internamente dejaban mucho que desear. Por eso Jesús, a los fariseos, que eran cumplidores estrictísimos de la Ley, les llegó a decir: "sepulcros blanqueados". Un sepulcro por fuera está bello, hermoso, blanco, limpio; pero por dentro es una gusanera. Muchos del pueblo judío, por fuera están impecables; pero, por dentro, su corazón no era de Dios.
Existe una doble ley en nuestra vida; Pablo la presenta muy claramente en el capítulo séptimo de la carta a los romanos. "No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, y en cambio, aquello que odio es precisamente lo que hago. Así que, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que está en mí". Pero no se queda hundido en un triste pesimismo; todo lo contrario, él añade: "Desdichado de mí, ¿quién me librará del poder de la muerte que está en mi cuerpo? Solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo". Pablo sabe que el poder de Dios en él lo ayuda a superar esa doble ley de la naturaleza.
Y aquí está la clave de todo para poder cumplir la ley de Dios: la fuerza del Espíritu Santo. Jesús prometió su espíritu a sus discípulos. En la última Cena, así lo narra el evangelio de Juan, les dice que cuando venga el Espíritu Santo, los "convencerá de pecado", es decir, el Espíritu Santo es la voz de Dios dentro de cada uno. Cuando hay algo malo, inmediatamente comienza a sonar esa alarma: la voz del Espíritu Santo, que invita a dejar el mal y a buscar la luz. También en la Ultima Cena, Jesús les decía que el Espíritu Santo, "les recordaría todo lo que El les había dicho". Esa es la misión del Espíritu Santo: hablarnos de Jesús, del plan de Dios para el individuo.
También les decía Jesús a los apóstoles que el Espíritu Santo "los llevaría a toda la verdad". El Espíritu del Señor lleva por el recto sendero, por el camino de la salvación.
Cuando un pintor tiene la idea de plasmar en la tela un cuadro, él se imagina algo bellísimo; pero cuando termina el cuadro, no está conforme. Algo así sucede en nuestra vida: vemos el gran ideal del Evangelio y nos sentimos tan pequeños, tan limitados; pero cuando la persona deja obrar en ella al Espíritu Santo, entonces se da cuenta de lo que es el poder de Dios, y que no se le están pidiendo "cosas imposibles". Entonces el individuo ya no evita algo “porque está prohibido”, sino porque por medio del Espíritu Santo se siente "hijo de Dios", y por eso mismo evita lo que ofende a su Padre.
A una mamá, no hay que meterla en la prisión para que ame a su hijo, sino que espontáneamente le brota el amor hacia su hijo. Nosotros somos hijos de Dios y ese amor debe brotar espontáneo, debe manifestarse en que cumplimos sus mandamientos. Jesús dijo: "Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos".
En el capítulo séptimo de Mateo se lee que cuando Jesús concluyó el sermón de la montaña, "toda la gente estaba admirada de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como sus maestros de la Ley". En el sermón de la montaña, está sintetizado el camino de la salvación en el Nuevo Testamento. Sólo un Dios podía señalamos así ese camino de la salvación. Después de dos mil años, no pasan de moda los diez mandamientos.
En nuestra época, sinnúmero de maestros señalan "caminos de salvación". Todos dicen que tienen la verdad. Algunos se han decidido a seguirlos, pero han sentido que esos maestros no logran calmar su sed espiritual. Como la samaritana, tiene un pozo cerca de su casa; pero ese pozo no logra quitarles la sed. El día que se encuentren con Jesús, como la samaritana, saltarán de gozo y alegría y tendrán la necesidad de llamar a otros para que vengan a beber de esa agua que ofrece Jesús. Jesús es el único camino, la única verdad, la única vida.
En el Salmo 1 de la Biblia, se lee: "Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la Ley del Señor y en ella medita noche y día. Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río, que da fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. Todo lo que hace, le sale bien".
Al cumplir la ley del Señor, la persona comienza a ser "hombre feliz", sabe que va por un sendero de salvación. Los mandamientos son ese camino recto que Dios señaló a sus hijos y que durante su trayectoria por esta vida fueran como "árboles junto al río", que tuvieron sus hojas siempre verdes y dieron frutos abundantes.
No es difícil encontrarse con personas que no practican normalmente su religión... Cuando uno les pregunta que ¿por qué no lo hacen? responden: "Yo sirvo a Dios a mi manera". Y creen qué están diciendo un acierto pero no lo es. A Dios no podemos servirlo a "nuestra manera", sino, como Él manda. Esta es la "única manera" de servir a Dios. Es por eso indispensable conocer como quiere Dios que le sirvamos. A Dios lo amamos, y lo debemos amar sobre todas las cosas, pero no como una carga pesada, sino con el amor del que lo ha experimentado en su vida y por eso mismo siente la necesidad de servirlo de corazón.
En el libro del Deuteronomio, capítulo 29, Moisés se dirige al pueblo y les dice: "Ustedes han visto todo lo que el Señor hizo en Egipto al faraón, a sus funcionarios y a todo el país, y son testigos de esas grandes pruebas, señales y maravillas". Moisés les hacía ver que ellos tenían "experiencia" de Dios, que eran testigos de las maravillas que Dios había obrado en su favor. Cuando se tiene "experiencia" de Dios, se reconoce que Él nos ha amado primero, nos ha salido en el camino y nos ha ofrecido su perdón y nuestra salvación.
El profeta Oseas, en el capítulo 11 de su libro, describe la actuación del Señor con frases enternecedoras: "Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho". Expresiones de suma delicadeza delinean el cariño del Padre por sus hijos.
En el Génesis, se narra el momento trágico para Adán cuando siente el peso de su pecado. Aterrorizado se esconde: Pero Dios lo va a buscar para sacarlo de su soledad, de su terror, para devolverle la vida; la confianza, Esto es lo que Dios ha hecho en la vida de cada uno. A eso le llamamos "tener la experiencia de Dios", por eso mismo Él, con sobrada razón, nos puede decir "cómo quiere que le sirvamos”.
En el capítulo quinto del libro del Deuteronomio, nos dice: "Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo. No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos". Esta, es la ley del Señor; así quiere que lo amemos. El no permite ningún ídolo, en nuestra vida. Nosotros hombres modernos ya no fabricamos ídolos de piedra, como las antiguas tribus, pero sí tenemos otra clase de ídolos: las desviaciones sexuales, pueden ser un ídolo para nosotros; el dinero muchas veces es un ídolo ante el cual nos postramos. Las cosas pueden dominamos, es decir, quitarle a Dios el primer lugar en nuestra vida.
La Biblia dice que no hay que hacer imágenes de ninguna clase, de lo que hay arriba en el cielo y de lo que hay abajo, "para adorarlas". Nosotros, en nuestras Iglesias, tenemos imágenes; pero, de ninguna manera las "adoramos"; si lo hiciéramos, seríamos "idólatras". Estas imágenes para nosotros nos sirven como simples retratos. Una mamá piensa en su hijo que está en el extranjero; toma el retrato de su hijo, llora, lo besa, pero la mamá en ningún momento está entendiendo "adorar" aquel pedazo de cartón. Cuando aquella fotografía se arruine, la cambiará por otra, la tirará al basurero. Para nosotros, nuestras imágenes son simples retratos que nos hablan de Jesús, de la Virgen, de los santos. Nosotros no adoramos esas imágenes, de ninguna manera; está prohibido por la Biblia. Sencillamente son "retratos" que nos recuerdan a esas personas santas a las cuales queremos tanto.
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miércoles, 12 de agosto de 2009

Cristo que le habla a Francisco

Un día de otoño de 1205, mientras oraba, el Señor le prometió a Francisco que pronto daría respuesta a sus preguntas. A los pocos días, paseando por los alrededores de Asís, pasó junto a la antigua iglesia de San Damián y, conmovido por su estado de inminente ruína, entró a orar, arrodillándose con reverencia y respeto ante la imagen de Cristo crucificado que presidía sobre el altar. Y, estando allí, le invadió, más que otras veces, un gran consuelo espiritual. Con los ojos arrasados en lágrimas, pudo ver como el Señor le hablaba desde la cruz y le decía: "Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala".
Tembloroso y sorprendido, él contestó: "De muy buena gana lo haré, Señor". Luego se ensimismó y quedó como arrebatado, en medio de la iglesia vacía. Fue tal el gozo y tanta la claridad que recibió con aquellas palabras, que le pareció que era el mismo Cristo crucificado quien le había hablado.
Todos los biógrafos coinciden en calificar de éxtasis o visión la experiencia de San Damián. Santa Clara escribe que fue una "visita del Señor", que lo llenó de consuelo y le dió el impulso decisivo para abandonar definitivamente el mundo. A esta visión parece referirse San Buenaventura, cuando refiere que el santo, tras el encuentro con el leproso, estando en oración en un lugar solitario, tras muchos gemidos e insistentes e inefables súplicas, mereció ser escuchado y se le manifestó el Señor en la cruz. Y se conmovió tanto al verlo, y de tal modo le quedó grabada en el corazón la pasión de Cristo, que, desde entonces, a duras penas podía contener las lágrimas y los gemidos al recordarla, según confió él mismo, antes de morir. Y entendió que eran para él aquellas palabras del Evangelio: "Si quieres venir en pos de mí, niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme". (Mt 16,24)
Tomás de Celano y los Tres Compañeros sitúan esta experiencia en San Damián. Según ellos, cuando el Señor le habló desde el crucifijo, Francisco experimentó un cambio interior que ni él mismo acertaba a describir. El corazón se le quedó tan llagado y derretido de amor por el recuerdo de la pasión, que desde entonces llevó grabadas en su interior las llagas de Cristo, mucho antes de que se le manifestaran en la carne. Por eso, añade San Buenaventura, "ponía sumo cuidado en mortificar la carne, para que la cruz de Cristo que llevaba impresa dentro de su corazón rodease también su cuerpo por fuera. Todo eso lo practicaba ya cuando aún no se había apartado del mundo, ni en el vestir ni en la manera de vivir". Se refiere a un cilicio, a un tejido muy basto, hecho de gruesos nudos, que empezó a llevar ceñido a la cintura, debajo de la ropa. Desde entonces será tal su austeridad, y tantas las mortificaciones a lo largo de su vida, que, sano o enfermo, apenas condescendió en darse gusto, hasta el extremo de reconocer, poco antes de morir, que había tratado con poco miramiento al "hermano cuerpo".
Cristo que habló a Francisco es hoy uno de los más conocidos y reproducidos del mundo. Se trata de un icono románico-bizantino del S. XII, de autor umbro desconocido y clara influencia sirio-oriental. Es de madera de nogal recubierta con una basta tela, sobre la que pintaron con colores vivos las figuras de Cristo y otros personajes de la Pasión. Sin el pedestal, mide 2.10 metros de alto por 1.30 de ancho.
En 1257, cuando las clarisas abandonaron San Damián, se lo llevaron consigo al nuevo monasterio de Santa Clara construido para ellas en Asís , donde lo conservaron durante siglos en la sacristía. En 1958, veinte años después de ser restaurado por Rosario Aliano, fue expuesto al público en la capilla de San Jorge. Después del terremoto de septiembre de 1997 el icono ha sido sometido a una nueva restauración, y allí sigue expuesto a la devoción de todos, libre ya del vidrio y del marco que antes lo contenía.
En 1993 Su Santidad el Papa Juan Pablo II El Grande, oró ante la Cruz de San Damián y ante la tumba de santa Clara en Asís. He aquí algunas claves para comprender el significado de este icono bizantino del siglo XII: El Cristo de San Damián está vivo y sin corona de espinas, pues es el Cristo resucitado y glorioso que ha vencido a la muerte. El paño de lino orlado de oro recuerda las vestiduras de los sacerdotes del Antiguo Testamento. (Ex 28, 42) Su postura expresa un gesto de acogida y parece abrazar a todo el universo.
Sus ojos no miran al espectador, sino que se dirigen al Padre, invitándonos también a nosotros a hacer lo mismo mediante la conversión. Los 33 personajes que lo rodean representan la comunión de los santos de todos los tiempos. Jesús, con los pies sobre fondo negro, parece que asciende del abismo. La sangre de Cristo chorrea sobre los personajes que lo rodean, para indicar que han sido lavados y salvados por su Pasión. La sangre de los pies cae sobre seis personajes apenas reconocibles, que podrían ser: San Juan Bautista, San Miguel, San Pablo y San Pedro, San Damián y San Rufino, patrón de Asís. En cada extremo de los brazos transversales de la cruz hay tres ángeles que muestran a Cristo: son los mensajeros de la Buena Noticia. Los personajes bajo los brazos de Jesús están todos en la luz, son hijos de la luz. Tienen todos la misma estatura, pues son "hombres perfectos", que han alcanzado "plenamente la talla de Cristo". (Ef 4,13) Si se mira bien, sus rostros son como el de Cristo, pues en ellos ha sido restaurada la "imagen y semejanza de Dios" original. Juan y María están en el puesto de honor, a la derecha de Cristo. El discípulo muestra y recoge la sangre del costado de Cristo. María manifesta dolor, pero también serenidad y admiración por la resurrección y por el nuevo hijo que su Hijo le acaba de encomendar.
El manto blanco de la Virgen simboliza pureza, y las piedras preciosas que lo adornan son los dones del Espíritu Santo. El vestido rojo oscuro representa el amor. La túnica morada bajo el vestido recuerda que María es la nueva Arca de la Alianza. (la del Antiguo Testamento estaba cubierta con un paño de ese color) A la izquierda de Jesús están Maria Madgalena y María de Santiago, que parecen preguntarse: ¿Quién nos abrirá el sepulcro?. Junto a ellas, el Centurión confiesa la humanidad y divinidad de Cristo: "Verdaderamente, este hombre era el Hijo de Dios". Detrás del Centurión asoma el rostro de quien encargó el crucifijo y otras tres personas que evocan al Pueblo de Dios.
Bajo los personajes mayores, hay dos pequeños, uno a cada lado, que representan a los romanos y judíos que crucificaron a Jesús: el romano es un soldado con la lanza y la esponja. A la izquierda de las piernas de Cristo se ve el gallo de Pedro, que recuerda nuestra debilidad e invita a la vigilancia. Pero también simboliza al sol naciente, Cristo, cuya luz se difunde por toda la tierra. Sobre la tablilla con la inscripción "Rex iudeorum", en un círculo rojo, vemos a Cristo que sube al cielo, vestido de blanco, con estola dorada y una cruz luminosa en la mano, señal de victoria. El círculo expresa perfección y representa la plenitud de la gloria, donde lo reciben diez ángeles festivos. La mano del Padre, en lo más alto del crucifijo, se encuentra en un semicírculo. La otra mitad no se puede ver, pues Dios Padre no tiene rostro, es un misterio.
¡Alabado sea Jesucristo!
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Los ciegos recobran la vista

Tal vez la sanación mesiánica por excelencia sea el abrir los ojos a los ciegos. Jesús es la luz del mundo, y participa esa luz a los ciegos como signo de que su luz nos hace salir de la oscuridad del error y la mentira. Cuando sana a un ciego de nacimiento nos recuerda que nos ha hecho pasar "de las tinieblas a su luz admirable". 1Pe 2,9
Cada vez que un ciego recobra la vista se muestra que Jesús es la luz que viene a iluminar a los que se hallan sentados en tinieblas y en sombras de muerte para guiar nuestros pasos por el camino de la paz: Lc 1,79. Este testimonio, nos dice el P. Emiliano, nos muestra que Jesús es luz para el hombre de hoy: Estábamos terminando una jornada de evangelización en Mbandaka, Zaire. Durante la Eucaristía de clausura donde había unas 15,000 personas, una niña de ocho años, ciega de nacimiento, comenzó a gritar: "Je vois, je vois": yo veo, yo veo.
Todo mundo la rodeó. Ella entonces preguntó: "¿Quién es mi mamá?". Unos brazos abiertos, dos ojos llorosos y una sonrisa maternal, le dieron la respuesta. Entonces, cobijada por los brazos de su madre, exclamó en voz alta: "Oh, mamá, tú sí que eres bella..."
Esta es la primera sanación de un ciego de nacimiento que presencio; pero lo más importante fue que todos nos dimos cuenta de que Jesús es la luz el mundo, capaz de iluminar la vida de todo aquel que se encuentra necesitado de salvación. Cuando un ciego de nacimiento recobra la vista, estamos delante de un signo claro que muestra que Jesús puede sacar al hombre de la tiniebla más oscura y que es capaz de cambiar cualquier condicionamiento congénito, siendo el pecado el peor y más grave de todos.
El siguiente testimonio de Panamá muestra cómo el signo de recobrar la vista se repite, pero el significado es igual: Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. Un sábado, durante la Misa de sanación, el Padre Emiliano dijo que el Señor había sanado a una señora muy enferma de los ojos. Sin embargo, me dije: "Esa no soy yo".
El domingo, el Padre dijo que iba a orar por los enfermos y pidió que cada uno pusiera sus manos donde necesitaba sanación. Puse mis manos sobre mis ojos y escuché que el Señor había sanado a unas mujeres de cataratas en los ojos. Yo exclamé: ¡Señor, si soy yo, gracias!
Al regresar a la ciudad de David, pedí que pusieran el cassette de los cantos y todas sacamos el folleto de canciones. Mi sorpresa fue que al abrirlo vi claramente las palabras escritas en él y exclamé: ¡El Señor me está sanando, puedo ver las palabras! Lloré de alegría al mirar unos palos de sauce, un árbol lleno de fruta, un platanar, la hierba... y luego añadí: "Gracias, Señor, porque me permites ver lo que has hecho en la naturaleza". Continué viendo la carretera iluminada por los faros de los automóviles.
Yo estaba planeando ir con el doctor para que me pusiera unos lentes a fin de mejorar mi visión y poder atender a mi hija, que iba a tener su primer hijo. Sin embargo, nuestros planes no son los planes del Señor. El tenía un tiempo determinado para sanarme y él sabía que yo esperaba confiadamente.
Cada día le doy gracias al Señor por su amor y su misericordia, y por continuar haciendo tantas maravillas en su pueblo. Doy mi testimonio para que sepan que Jesús vive y continúa haciendo los prodigios de hace dos mil años.
En Guadalajara, María M. Pérez, reportera de el periódico El Occidental relató el siguiente caso el 26 de marzo de 1987: La tarde del martes 24 de marzo, en la Villa del Espíritu Santo, el Padre Tardif anunció muchas sanaciones de enfermedades de la piel, de la columna vertebral, de los hombros, ojos, oídos, cáncer, corazón, artritis, asma, riñones y otras más. Sin embargo, una de las que más conmovió a los presentes fue la de un niño de 11 años, Alejandro Anguiano Contreras, quien llegó a esa reunión sin poder ver casi nada.
A pesar de su corta edad, Alejandro contaba con cuatro operaciones en su historial clínico y los médicos le dijeron a su madre, la señora María Contreras, que "su niño ya no tenía remedio y que mejor le fuera buscando una escuela para ciegos". Sin embargo, esa tarde, durante la oración, Alejandro abrió los ojos y recobró la vista. Luego, tanto él como su mamá lloraban emocionados, porque el pequeño apreciaba de nuevo los colores, las flores y las personas que lo rodeaban.
El lunes pasado, vivimos una experiencia hermosísima en el templo de Las Rosas. Hubo problemas de todo tipo pero en todos la solución favorable triunfó. Jesús fue el más interesado en que recibiéramos lo que tenía para cada uno de los que pusimos nuestra confianza en él. El P. Xavier Andaluz A. celebró la Eucaristía e hizo oración por la salud de los enfermos que asistieron a la alabanza al Señor en espíritu y en verdad. Hubo varias moniciones donde se pidió expresamente por la salud a los enfermos y terminamos con la Unción de los Enfermos. Nadie de los que asistieron salió como llegó, cada uno vivió en carne propia la misericordia de Dios derramada en nuestros corazones. El próximo lunes pediremos testimonios de sanación de los que comprobaron que Jesús está vivo... en el templo de Las Rosas. El vídeo de esta Misa ya está en nuestra página web desde el pasado lunes y se llama: Misa de Sanación en Las Rosas.
El próximo día 30 celebraremos la fiesta de Santa Rosa de Lima, te invitamos a la Eucaristía que celebrará el Excmo. Sr. D. Alberto Suárez Inda. Ven a recibir lo que Jesús tiene para ti y toda tu familia desde toda la eternidad. Si abres la página: www.jesusestavivo.org.mx podrás darte cuenta de lo que Jesús está haciendo en su Morelia. Puedes orar con el Nuevo Testamento en línea donde dice: Y la Palabra... es Dios. Tenemos 49 vídeos de evangelización y testimonos de sanación en You Tube, el próximo puede ser el tuyo, el más grande de nuestros vídeos es la bendición con el Santísimo. Escucha hoy domingo la Zeta radio, 96.3 FM y 1340 AM, a las 18:00 horas el programa de evagelización católica: “La Palabra” y vive lo que Jesús tiene para ti desde toda la eternidad: tu salvación-sanación. Este programa se escucha en todo el mundo en la dirección: www.lazeta.com.mx Un click puede cambiar tu vida, atrévete a sanar. Te invitamos a ver en nuestra página web las misas dominicales del domingo en la Iglesia Catedral y la del templo de San Pedro de las 9 de la mañana. En el transcurso de la mañana están en línea para que vivas y transmitas su contenido. Ya tenemos nuestro Bloog y puedes visitar las seis columnas diferentes que tenemos en los tres principales diarios de Morelia. Empezamos a subirlas y en un breve tiempo las tendremos todas desde que empezamos nuestro ministerio de evangelización. También estamos en Twitter y esta es nuestra dirección para que nos visites: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
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Grupo Apostólico Nueva Evangelización