miércoles, 26 de agosto de 2009

Pedro ¿Por qué has dudado?

Pedro, el primero y principal de los apóstoles, sintió en su propia carne, como muchos hombres, el peso de la duda. Vehemente y apasionado, al reconocer a su Maestro vinienndo en las sombras de la noche, pidió andar sobre las aguas para ir a su encuentro.
En ese momento, la fe de Pedro era real pero incipiennte. Basava en el amor a su Señor, esa fe, porque era débil, necesitaba afianzarse en el prodigio. En última instancia, más que en la palabra de Jesús, fundaba su certeza en la resistencia de las aguas.
El apóstol avanzaba airoso sacudido por el viento y el oleaje. En tal barahúnda sintió miedo. La firmeza de su marcha empezó a ceder; y el agua se fue abriendo lentaamente bajo sus pies. Su fe se hundió.
Ante la perspectiva del abismo, carente de todo apoyo y seguridad, Pedro tuvo que volverse definitivamente a Jesús y poner sólo en él su confianza. Desde el fondo de su duda y su temor gritó: «¡Señor, sálvame!». La duda fue el paso a la fe decisiva. La prueba lo hizo transitar de la connfianza, tal vez superficial, en su Maestro, a la fe más honda. Perdiendo sus seguridades descubrió que sin Jesús él se hundía para siempre.
Dudar y hacerse preguntas que tocan las raíces, no significa necesariamente que todo se ha acabado... Por el conntrario, es ésa, a veces, la condición para volverse definitivaamente a Dios. Cuando ya no hay apoyo humano, cuando todo parece terminar, el hombre puede tender las manos a su Señor y exclamar: ¡Señor, sálvame!
La duda radical puede ayudamos a descubrir sin embustes, sin adornos, la necesidad absoluta que tenemos de Dios.
El hombre de este siglo, que ha visto quebrarse buena parte de sus certezas, tiene mucho que aprender de la duda de Pedro. Al igual que el apóstol, ha sentido que bajo sus pies se han roto muchas seguridades, y que surgen por eso innumerables dudas, temores y preguntas. Para muchos, sin embargo, puede ser ése el camino del reencuentro. Pedro dudó porque no había dado el paso a la entrega total y en el momento último comprendió que Jesús estaba a su lado dispuesto a tenderle la mano.
La verdadera fe no marcha sobre el agua... se afirma sólo en Dios. Quien duda ha de saber que en su mar no está solo. Quien ha perdido todas sus seguridades, y quien careece de puerto puede volverse en su impotencia al Señor y pedirle que lo salve. Jesús estará siempre esperándolo. «Hombre, ¿por qué has dudado?».
Probablemente mañana lunes se adelante la Misa de Sanación en el templo de Las Rosas, ya que hoy celebramos la fiesta patronal de Santa Rosa de Lima, que es nuestra patrona. Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo.
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

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