miércoles, 16 de septiembre de 2009

Buen administrador

Potifar que era uno de los generales del faraón compró a José y lo llevó a Egipto, porque necesitaba un chico para los mandados de su casa. El mismo dejó todo lo suyo en manos de José y con él ya no se ocupó personalmente nada más que del pan que comía. Porque José era puesto en buena presencia. Cuando llegó José a la casa de Potifar lo mandó hacer las compras, y notó Potifar que desde que José hacía los mandados la cuenta del mercado estaba más chica, este José sabía hacer negocio, rebájeme esto, más barato, lo otro con descuento... que se yo. Así que poco a poco le fue dando más responsabilidad. Y cada cosa que José hacía, Dios la prosperaba, le daba más. Pronto Potifar le dio el campo, las vacas se multiplicaban más y más, al final dice la Escritura que Potifar le entregó TODAS sus riquezas en las manos de José. Lo único que él sabía es que agarraba el pan y comía... lo demás lo sabía José.
Y Dios prosperó por José la casa de Potifar. Para quien veía a José en el mercado comprando y vendiendo, pensaría que José era el dueño de todo ¿verdad?, por que el tenía todo en sus manos, pero ¿era José el dueño de todo lo que tenía? NO, el dueño era Potifar José hacía, deshacía, compraba, vendía, pero toda la ganancia iba a la cuenta, ¿a la cuenta de quien? De Potifar, no a la cuenta de José, claro él iba con el caballo al centro, al mercado, el compraba, el hacía, deshacía. La gente se preguntaba ¿Y éste quien es? ¿Quién es este ricachón? y José no era ricachón, el ricachón era Potifar, José era su mayordomo o sea su administrador, un mayordomo es uno que administra bienes ajenos, parecen de él, porque él los tiene en su mano, el firma los cheques, él hace y deshace pero no son de él, son de su patrón, José se portó muy bien con Potifar y por eso es que Dios lo promovió. La bendición de Potifar no era porque él era bueno sino por que Dios hacía prosperar a José. Como se portó tan bien José con Potifar, Dios lo prosperó, y después de ciertos problemitas José llega a ser el mayordomo ¿de quien? ¿De quien creen? Del mismísimo Faraón.
Y esto es interesante, lo leemos en Gen 41,38, Dice así: Y dijo Faraón a sus servidores: Esperen, antes de leer vamos a recordar algo: ustedes recuerdan que el Faraón tuvo un sueño de 7 vacas gordas y 7 vacas flacas y que las vacas flacas se comían a las gordas y nadie se lo podía interpretar hasta que José se lo interpretó. Porque Dios le dio la interpretación. Y José dijo: las 7 vacas gordas son 7 años de abundancia, las 7 vacas flacas son 7 años de escasez y las 7 vacas flacas se van a comer a las gordas. Así le dijo José al Faraón: «Búsquese un hombre inteligente que le administre al país en los 7 años de abundancia para que guarde para cuando haya necesidad». Entonces el Faraón dijo: ¿Acaso se encontrará otro hombre como éste que tenga el Espíritu de Dios? Y dijo el Faraón a José: Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tu estarás al frente de mi casa y de tu boca dependerá todo mi pueblo, escuchen hermanos «de tu boca dependerá todo mi pueblo». Tan sólo el trono dejaré por encima de ti. Dijo Faraón a José: Mira te he puesto al frente de todo el país de Egipto, el Faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José, lo hizo vestir con ropa de lino fino, le puso el collar de oro en el cuello, luego le hizo montar en su segunda carroza, y ahí lo llevaba a José. Así le puso al frente de todo el país de Egipto, dijo Faraón a José: Yo soy Faraón, y sin tu permiso no levantará nadie ni el pie ni la mano en todo Egipto. Vaya que tremenda posición. Así que José en la carroza, ese que había sido vendido por sus hermanos, que fue esclavo, llega a ser el administrador de todo Egipto, en el trono el único superior a ti seré yo dijo el Faraón, le dijo aquí esta el anillo, firma los decretos en mi nombre, tu vas a gobernar, José parecía el dueño de Egipto. Pero ¿Era el dueño? NO era un esclavo que llegó a ser administrador y saben que la grandeza de José es realmente que supo guardar su lugar. El no le robó al patrón, sino que él se portó mejor, y mejor, y mejor, y el patrón era el que se beneficiaba, y por eso el patrón lo quería a José, lo ayudaba y lo protegía, José, el mejor mayordomo, José, sobre todo Egipto, Un mayordomo es casi ser dueño, porque tiene todo en su mano, pero no es, pero no es.
Amados hermanos: aquí verdaderamente empieza el mensaje. Dice Gen 1,1. En el principio Dios creó los cielos, y la tierra. Palabra de Dios. Dios lo creó. ¿De qué creó el Universo? ¿De qué? de la nada. ¿Dios le pidió prestado a alguien un material para crear el Universo? NO. No le pidió nada a nadie. Por lo tanto el Universo le pertenece a Dios. Por que El lo hizo con su plan, con su idea, con su poder, con su buen gusto, con su gloria. Él lo hizo, y por lo tanto le pertenece a Él. El Universo es de Dios porque Dios lo creó. Nosotros no hemos creado nada. Cuando aparecimos en el mundo ya estaba todo creado. El hombre usa lo que hay en el mundo, pero no lo creó, nosotros cuando nacimos ya estaba todo creado, comenzamos a trabajar con materiales ya existentes, nosotros no somos dueños, Dios es el dueño. Y atención hermanos, Dios nunca regaló ni vendió su propiedad a nadie, no hay nadie en el mundo que pueda decir: Dios me regaló o Dios me lo vendió, NO, nunca vendió ni regaló nada a nadie porque Dios tiene un Heredero para todo su Reino, su Universo, y ese Heredero es: su amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Dios nunca vendió ni regaló nada a nadie. El hecho de que Él todavía cuida el Universo nos indica que todavía Él es el dueño, no ven que todos los años Dios renueva la alfombra verde en la tierra, no ven que todos los años pone flores nuevas, frutas nuevas, vacas nuevas, personas nuevas. Dios cuida su propiedad, El la mantiene al día porque es de El, menos mal que Dios no se la vendió a nadie, ¿como harías tú para hacer vacas nuevas cada año? ¿Como harías tú para producir las semillas? Debes saber que el hombre ha hecho una semilla como el trigo, igual, una semilla idéntica con el mismo color. Con el mismo gusto, las mismas sustancias químicas, la única diferencia, que cuando lo sembraron: NO SALIÓ NADA, porque faltaba que cosa: la vida. La vida que sólo Dios la da y la crea. ¿Que haríamos para hacer llover?, que problema, mejor pidamos a Dios que nos mande el agua que tanto estamos necesitando en SU Morelia y en los campos de toda SU región. ¡Gloria a Dios!, que El nunca le regaló la propiedad a nadie, sino que es de El, El la mantiene y la cuida. Es como si tu tiene una casa y la vendes a un amigo, después de que la vendiste, ¿vienes cada año a hacer los arreglos de la casa? si está descarapelada ¿la pintas? si tira agua una llave ¿la reparas? No, que se las arregle él.
Dios nunca cedió los derechos de propiedad a nadie. Por eso es que El sigue cuidando lo que es de El, El lo sigue manteniendo, y a veces nos tiene que exhortar porque nosotros estamos ensuciamos bastante su propiedad, se la estamos contaminando, y mucho. Un día va a tener que darle una sacudidita para quitar todo lo que esta sucio, igual que cuando a nosotros se nos ensucia nuestra ropa y le quitamos el polvo que tanto nos molesta.
Jesús, yo quiero pedirte perdón por mis pecados, por las ofensas que he hecho a mis hermanos, inconsciente o conscientemente, Señor Jesús, libérame de esa atadura que me tiene alejado de ti, rómpela Señor, Tú tienes mil formas de hacerme ver tú eterno amor que me tienes Señor. Tú actúas por tu infinita misericordia y no por nuestras debilidades. Por eso Señor, te pedimos que nos liberes de estos males, de estas enfermedades, que son consecuencias del pecado. Señor, tú que resucitaste de entre los muertos para nunca más morir, tú que venciste a la muerte y al pecado con tu resurrección, tú que estás vivo entre nosotros, tú que eres el pan vivo bajado del cielo, te pedimos que nos regreses la salud física y espiritual que tanto estamos necesitando. Te estamos pidiendo como aquel ciego que te gritaba «Jesús hijo de David ten compasión de mi». El no te veía pero si sabía lo que podías hacer Señor, yo se Señor que tú puedes hacer los mismos milagros que hacías hace 2,000 años, porque tú eres el mismo ayer, tú eres el mismo hoy y tú eres el mismo siempre. Señor, el poder te ha sido dado a ti en los cielos y en la tierra, con tu poder Señor quítanos estas dolencias que padecemos, tu que sabes el origen de nuestros males Señor, quítanoslos y llévatelos lejos Señor, tu puedes hacerlo Señor, a ti nada te cuesta, tu nos quieres sanos, tu nos quieres completamente sanos en el alma, sanos en el espíritu, sanos en el cuerpo, por eso Señor yo se que tu me puedes sanar, yo reconozco que tienes todo el poder, y yo te proclamo Dios, mi Dios, mi único Dios.
Gracias Señor por que tú tenias planeado este momento de oración desde toda la eternidad, y tu nos estás regalando este momento de diálogo contigo, Te damos gracias Señor por que estás sanando a muchos que padecían por culpa del pecado, les estás dando un arrepentimiento, y los estás llamando a la conversión, gracias Señor. Señor, tu tienes todo el poder en los cielos y en la tierra y eres un Dios vivo que está liberando de varias enfermedades a los que en ti confían, te damos gracias por todo lo que estás haciendo en estas personas que por medio de estas líneas están recibiendo sanción en su espíritu y en su cuerpo, gracias Señor, bendito y alabado seas por todos los siglos Señor.
Gracias Señor porque cuando morías nos dejaste a tu Santísima madre para que orara con nosotros y por nosotros, para que intercediera ante ti por nuestras necesidades. Nunca se a sabido de alguien que haya pedido su apoyo, protección, cobijo, cuidados maternales, intercesión, y que su plegaria no sea oída.
Bendito y alabado seas por siempre Señor Jesús, gloria a ti Señor.
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

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