miércoles, 23 de septiembre de 2009

La misión de Jesús

Si con una sola frase quisiéramos resumir la misión de Cristo Jesús, sería: "ser Jesús". El nombre, para los orientales, no es sólo la forma de llamar a la persona, sino que descubre lo más profundo de su ser, su misión y su vocación. Jesús significa: "Yahveh salva". Jesús es Jesús porque en él y al través suyo se posibilita la salvación de todo el hombre y todos los hombres.
El ha venido a salvar al hombre completo. No sólo el alma, sino también el cuerpo y el espíritu, así como las estructuras sociales, políticas y económicas. Le interesa el hombre completo. Ni sólo el cuerpo y la comida, ni sólo el alma y la gracia, sino la persona íntegra y todas sus relaciones.
Su misión es salvar a los hombres de cualquier tiempo o latitud. El mismo sintetizó su misión en cinco puntos cuando, desde la tribuna de la sinagoga de Nazaret, exclamó delante de todos los que creían conocerlo: El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado: - a anunciar la buena nueva a los pobres, - a proclamar la liberación a los cautivos, - a dar vista a los ciegos, - a dar libertad a los oprimidos - y proclamar el año de gracia del Señor: Lc 4,18-19.
Jesús tenía un objetivo bien concreto y definido: instaurar el Reino de Dios en este mundo. Por eso, el tema central de su predicación, era revelar el misterio del Reino: qué es, condiciones para entrar en él, y sobre todo, el estilo de vida de quienes le pertenecen. Mateo delinea dos veces los diferentes elementos de cómo Jesús inauguró el Reino: Recorría Galilea, proclamando la Buena Nueva de Dios, enseñando en las sinagogas el misterio del Reino y curando a los enfermos: Mt 4,23 y 9 Cuatro facetas comprendía su ministerio: recorrer, proclamar, enseñar y curar:
Recorrer: Jesús era un predicador itinerante que no tenía una academia o un templo como lugar exclusivo de predicación. El, como buen pastor, era quien tomaba la iniciativa para buscar las ovejas perdidas. No esperaba que la gente lo encontrará, sino que se invitaba a la casa de Zaqueo, recorría la ribera del Mar de Tiberíades y entraba en todo pueblo y aldea de Galilea, y hasta subía periódicamente a Jerusalén. El mismo definió su ministerio diciendo: He venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido: Lc 19,10.
Proclamar: La primera fase de la predicación de Jesús era el anuncio de una Buena noticia: La llegada del Reino de Dios. San Marcos resume el contenido de este kerygma: en cuatro puntos. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio, porque el tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca: Mc 1,15.
Enseñar: No se trababa tanto de un cúmulo de virtudes o tesis teórica, sino de una forma de vivir y de relacionarse los unos con los otros
Curar: Otro elemento del ministerio de Jesús, era la curación de enfermos como signo de la llegada del Reino. Por eso, Pedro resume el ministerio de Jesús diciendo que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Hech 10,38.
Todo esto en vistas a instaurar la soberanía total de Dios sobre su pueblo, excluyendo todo sustituto que compitiera con el Señor de Yahveh delante de su pueblo.
Su método fue formar discípulos-maestros. Si Jesús tenía una misión universal, pero él estaba limitado por el tiempo y el espacio, ¿cómo podría entonces abarcar a toda la humanidad y romper las fronteras geográficas? Lo primero que hizo fue rodearse de discípulos, para de esa manera multiplicarse y prolongarse.
La tarea primordial de Jesús durante sus tres años de ministerio, no fue atender a las multitudes que lo seguían. Su preocupación principal se centró en sus discípulos, hasta que doce de ellos llegaron a ser maestros. La opción preferencial de Jesús fue formar discípulos capaces de generar nuevos discípulos.
El que en verdad aprende, no esconde su riqueza, sino que a su vez enseña a otros. El verbo aprender en modo causativo se traduce como enseñar.
Un verdadero discípulo, es un convertido es trasmisor del mensaje. En otras palabras, Jesús enseño de tal forma a los suyos que estos a su vez llegaran a ser maestros.
Generalmente nos engañamos pensando que Jesús andaba siempre rodeado de multitudes que lo arrastraban. No. Aunque a Jesús le interesaba todo el pueblo, su visión pastoral no se limitaba a repartir enseñanza a los cuatro vientos, sino a formar a los pastores que atendieran, cuidaran y sirvieran a las ovejas. La prioridad de Jesús fue terminar el proceso pedagógico en doce de sus discípulos. El quería dejar acabado el modelo, para que después todos nosotros tuviéramos un marco de referencia que nos guiara en nuestro trabajo pastoral.
"Yo por ellos me consagro", confesó en la última cena. (Jn 17,19) Jesús se consagró en cuerpo y alma a troquelar a doce que, siendo como él, pudieran continuar en el tiempo y propagar en el espacio su obra salvífica. Porque la tarea de cosechar la mies ya madura en los campos, era apremiante, supo invertir y capitalizar el poco tiempo que tenia. No le interesaba la producción en serie ni la gran cantidad de seguidores, sino la calidad. Proporcionalmente, formó sólo a cuatro en un año. ¡Un discípulo cada tres meses!
Jesús no sólo formó discípulos, sino que a éstos los capacitó para llegar a ser maestros, formadores de otros discípulos, los cuales llegaron a su vez a ser maestros también. Por eso, la comunidad primitiva se congregaba en torno a la enseñanza de los apóstoles. (Hech 2,42) Jesús, a diferencia de Juan Bautista que sólo formó discípulos, transformó a esos discípulos en maestros capaces de formar discípulos a su vez. Así pues la opción preferencial de la labor pastoral de Jesús fue la formación de discípulos. Por tanto, cualquier colaboración en instaurar y extender el Reino debe ser a base de la formación de auténticos discípulos de Jesús.
La gran comisión confiada por Jesús a los suyos fue: "Vayan y hagan discípulos a toda la gente" (Mt 28,19) Este es el testamento pastoral de Jesús: que cada uno que escucha la Buena Nueva se transforme en un verdadero discípulo del Maestro de Nazareth. Así podríamos afirmar que la gran comisión no se reduce a la comunicación de un mensaje, sino que es una tarea de escultar: formar auténticos discípulos de Jesús.
El próximo sábado 3 de octubre en el templo de Fátima de llevará a cabo una conferencia sobre la relación providencial de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y Fátima. La cita es a las 18:00 horas y el día siguiente, domingo, será la consagración de los niños a la Virgen de Fátima a las 10:00 de la mañana. Lleva a tus niños y niñas a que reciban lo que hay para ellos desde toda la eternidad. Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación del lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

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