miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Que cosa es el Credo?

Desde el principio, la Iglesia sintió necesidad de definir su fe, para proclamarla y transmitirla. No se trataba de congelar la experiencia de fe; sino, analizando esta experiencia a la luz del Espíritu, mostrarla de manera ordenada y clara. La Iglesia no trataba de comunicar fría doctrina sino de definir lo que estaba ya viviendo. El peligro que dejando de lado toda experiencia, se comunicara sólo la doctrina.
Alguien ha dicho que el Credo y la esquematización de la doctrina aparecieron cuando se dejaron de vivir las experiencias salvíficas; y como las experiencias no son transmisibles, se comunicó sólo un conjunto de verdades abstractas. Ciertamente eso no debe suceder. Se cree lo que se vive se vive lo que se cree y se comunican ambas cosas.
El Credo que recitamos cada domingo no es propiamente una oración sino una proclamación. Por tanto, el Credo no se reza sino que es como una bandera que se levanta en alto. La fe se proclama con la boca y se confiesa con la vida; los mártires son el testimonio más preclaro.
Nuestro Credo es el resumen de nuestra fe donde se expresan las verdades fundamentales que delinean el perfil del cristiano-católico.
Este Credo recibe el nombre de "Símbolo de los Apóstoles"
Símbolo: En ciertas asociaciones o instituciones como los ejércitos no sólo se cuenta con uniformes sino con contraseñas y claves que permiten identificar a sus miembros para así evitar confusiones o traiciones.
El Credo es la contraseña (el símbolo) que nos identifica en la fe de la Iglesia y nos evita caer en manos extrañas que traicionan la fe.
Apóstoles: Este símbolo es de los apóstoles porque proviene desde los apóstoles que recibieron directamente de Jesús el depósito de la fe así como el mandato de conservarlo en su pureza original y trasmitirlo a las siguientes generaciones. Por eso. Pablo recomienda a Timoteo: Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús. Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros. Y cuanto has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles que sean capaces a su vez de instruir a otros: 2 Tim 1.1; 2.2
He aquí las verdades fundamentales que nos han sido trasmitidas por nuestros hermanos quienes nos han precedido en el camino de la fe: Creo en un solo Dios. PADRE todopoderoso, creador del cielo y de la tierra de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, consubstancial al Padre; por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado bajo el poder de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el ESPIRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la IGLESIA, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo, para el perdón de los pecados.
Espero en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Aunque tradicionalmente se habla de 14 artículos de la fe, nosotros, por razones pedagógicas, los sintetizamos en siete apartados.
CREO EN DIOS. Cuando el astronauta ruso, Yuri Gargarín, regresó del primer vuelo espacial, afirmó muy ufano: -Subí al cielo y no encontré a Dios.
Apenas si se elevó 300 kilómetros de la superficie de la tierra y ya se sentía con derecho de tocar al creador de los espacios infinitos. Sin embargo, hubiera bastado que le fallara algún mecanismo de su nave espacial para que se llevara la gran sorpresa de encontrarse con Él, cara a cara.
De la misma manera, hay personas, incluso que se dicen cristianos, que niegan a Dios porque no lo han encontrado en su vida, ni en las celebraciones litúrgicas o el silencio de un convento. El que no haya sido encontrado por algunos no prueba que no sea real ni verdadero.
Por otro lado, existen los que sí han encontrado a Dios. Sin embargo, ellos tienen que preguntarse a qué Dios han encontrado; el suyo fabricado por sí mismos, o el Dios verdadero.
Creer en Dios no tiene ningún mérito ni aporta nada especial a nuestra vida, pues hasta Satanás cree en El y no por eso cambia su vida. Lo importante es creerle a El como persona; es decir, confiar y depender de El.
Creerle a Dios significa: Aceptar la revelación que El hizo de sí mismo, sobre todo en la persona de Cristo Jesús y que está consignada en las Sagradas Escrituras. -Estar seguros que su plan sobre nuestra vida es infinitamente mejor que el nuestro. -Reconocer en la práctica que sus criterios y valores son los mejores y para nuestro bien. -En fin, confiar incondicionalmente.
Existe un libro cuyo título es por demás sugestivo: "El Dios en quien no creo", en el cual se muestran ciertas imágenes deformadas de nuestro Dios. Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, pero en la práctica muchos hombres "hacen su Dios" con visiones convencionalistas o simplemente fruto de la ignorancia. He aquí algunas de estas falsas ideas sobre Dios: Un Dios juez castigador. Algunos temen tanto a Dios que en vez de buscar refugio en El buscan refugio contra El. Le tienen miedo al Único que es capaz deliberarnos de todos nuestros temores.
Sin negar que Dios sea juez, ésta no puede ser la única faceta divina que el hombre considere, ni menos la que determine nuestra relación con El.
El Dios contador- Muchos usan la expresión “rendir cuenta a Dios” porque piensan que Dios lleva cuenta de nuestras buenas y malas acciones. Para quedar bien, se afanan en cumplir una ley o hacen buenas obras para asegurar así el favor divino. Consideran que gracias a sus buenas obras se ganan el cielo, es convertir al Dios dador en Dios deudor que tiene que retribuir lo que el hombre se ha ganado por sus méritos. Con esta idea, sólo los buenos y justos; o mejor dicho, los cumplidores de la ley, merecen estar cerca de El. El Dios solitario. Hay quienes se imaginan a Dios solo, sin amigos, que se pasa la eternidad aburrido en su soledad, encerrado en una torre de marfil en la inmensidad sideral. El Dios lejano. No falta quienes sitúan a Dios en una estrella lejana, sin ningún contacto con la humanidad, ni menos con cada persona en particular; como si fuera un rey inaccesible y despreocupado de los que pasa en el mundo, siendo imposible hablar o ser atendidos por El. El Dios aspirina. Otros recurren a Dios sólo en los momentos de dolor, cuando necesitaban de El. Dios se reduce a alguien que les soluciona los problemas o ayuda a evitar el sufrimiento.
El Dios revelado a Israel por los Patriarcas y profetas era esencialmente UNO. Rechazaban todo ídolo que suplantara el papel del único y verdadero Dios. El Credo de Israel (el Shemá) así lo proclamaba: Escucha, Israel Yahvéh nuestro Dios es uno: Dt 6,4-9.
La fe en un único Dios nos lleva necesariamente a tributarle culto, adorarlo y servirlo, renunciando a cualquier criatura que trate de usurpar el papel de Dios, de manera especial el dinero, el poder, el placer y las apariencias mundanas. Existen muchos falsos ídolos pero el más grande de todos es el dinero.
Sin embargo, el Dios revelado por Cristo Jesús, sin dejar de ser UNO, es TRINO a la vez. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas distintas que participan de la misma naturaleza divina y, es un solo Dios.
Dios, en toda la eternidad engendra al Hijo; y el Espíritu Santo procede del amor del Padre y del Hijo, como amor sempiterno de ellos. Las tres Personas divinas son eternas entre sí e iguales entre sí, que se distinguen sólo por la diferente forma como se relacionan entre ellas.
Creemos y adoramos la unidad de la Trinidad y la Trinidad en la unidad.
Ciertamente sabemos que Dios está "en el cielo, en la tierra y en todo lugar". También reconocemos en presencia real a la Eucaristía, la Palabra, y toda la creación. Sin embargo, todo esto no debe hacernos olvidar lo más importante: Dios no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en El vivimos, existimos y nos movemos. Hech 17.27-28. Si alguno me ama y guarda mi palabra, mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada en él". Jn 14-23.
Cada hombre es santuario del Espíritu (1Cor 6,19). Dios permanece en su imagen y semejanza que es el hombre. El no está en un lugar de nuestro cuerpo, sino en nosotros como personas. ¡Esto es lo grandioso!
Dios está metido en nosotros, inundando todo nuestro ser, es como la vida de nuestra vida y el alma de nuestra alma. Sin El no podríamos existir ni hacer nada.
Padre me pongo en tus manos, Haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tan que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas, No deseo más, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme a ti, ponerme en tus manos, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita porque tú eres mi Padre.
El próximo sábado 3 de octubre en el templo de Fátima de llevará a cabo una conferencia sobre la relación providencial de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y Fátima. La cita es a las 18:00 horas y el día siguiente, domingo, será la consagración de los niños a la Virgen de Fátima a las 10:00 de la mañana. Lleva a tus niños y niñas a que reciban lo que hay para ellos desde toda la eternidad. Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; la Misa del domingo de las 9 de la mañana en la Parroquia de San Pedro y en Las Rosas la Misa de Sanación. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

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