miércoles, 9 de septiembre de 2009

El Reino de Dios

Creo que somos muy tontos si nosotros no compramos la Perla preciosa que es el Reinode los cielos. Supóngase, voy a ponerlo en términos financieros. Yo llego a un aeropuerto y un señor me llama y me dice. Hey, hey, tu Aurelio, ven ven, Yo soy el rey de la Arabia Saudita. He, he, perdón, ¿para qué me llama? Lo llamo porque le quiero vender mi reino. ¿Qué? ¿Su reino de Arabia con todo su petróleo, todas sus cadenas de hoteles, de aviones que usted tiene, y todas las acciones en el mundo? Si, si, todo eso lo quiero vender a usted, ¿A MI? Usted se equivoca, yo soy un pobre predicador, usted escogió la persona equivocada, yo no puedo es imposible, no se. Vamos yo le quiero vender a usted mi reino. Pero yo no tengo... Si que tiene, Bueno usted me da a mi todo lo que usted tiene, yo le doy todo lo que yo tengo. Y que tengo yo, una moto y un fordsito. Ja ja ja, sería estúpido, ¿verdad? Si no cambiara lo que tengo por todo lo que tiene el rey de Arabia Saudita. Pero amados hermanos, la Iglesia está llena de estúpidos. Porque el Reino de Dios es mucho más que el reino de Arabia Saudita, Y escuchadme con atención lo que diré a continuación, Ya tenemos todo aquí, ya el que buscaba perlas encontró la perla de gran precio pero perdió todo lo que tenía, porque el que pierde la vida es el que la alía, entonces todo aquí de este lado, y le dice entonces el rey: Escuchadme ahora: todos míos, ella es mía, los chicos son míos, las casas son mías, todo es mío, si, el auto es mío, todo es mío, si, ¡este reino es tuyo!, Ahora como ustedes son míos, yo hago con ustedes lo que yo quiero, así que yo voy a permitir que tu vivas con esa mujer como esposa, claro, con una diferencia, que cuando estaban en el reino de las tinieblas ustedes vivían como esposo y esposa pero hacían como se les daba la gana, ahora están en el Reino de Dios y ustedes van a ser esposo y esposa como yo quiero que sean, maridos amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a si mismo por ella. No seas ásperos con ellas, como dije por mi siervo Pedro, Tratarla como al vaso más frágil, para que sus oraciones no sean impedidas, ¿entendiste? Si, Si, Si Señor, Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos como el Señor.
Te digo una cosa. Sujetarse a un marido que ama como Cristo ama a la Iglesia, es el deleite más grande, Ahora, chicos, ustedes no son más de ellos, son míos, pero yo los voy a dejar que vivan con ellos como sus padres, pero solamente que ahora es en mis reglas, no en las de ustedes, honra a tu padre y a tu madre para que tus días te sean prolongados en la tierra. ¿Entendidos? ¡Si, Señor!
Padres, no provoquéis la ira a vuestros hijos, sino criadlos en la amonestación del Señor, si, si, si Señor. También voy a dejarlos que vivan en esa casa que era de ustedes, pero que ahora es mía, yo los dejo vivir, pero no se olviden que la casa es mía, no de ustedes, entonces si yo preciso la casa ustedes me la tienen que dar, si preciso un dormitorio para que duerma alguno de mis siervos, o de mis hijos, para que den hospitalidad, yo no tengo que pedírselo dos veces, porque la casa ahora es mía no es de ustedes, y cuando ustedes me den a mi para uno de mis siervos un cuarto, una cama, no crean que ustedes me están prestando la casa a mí sino que soy yo el que les presto la casa a ustedes. También pueden usar la casa de campo, ustedes van a administrarla pero es mía, si yo la necesito para un retiro de líderes, si yo la necesito para un grupo de oración, si la preciso, la casa es mía, Si Señor, tomad las llaves, El auto también te lo voy a dejar usar, pero no te olvides que el auto es mío y no tuyo, así que si yo necesito el auto para traer a un desvalido a las reuniones, si necesito ese auto para traer niños al catecismo, si preciso el auto, no tengo que pedírtelo porque el auto es mío, no me prestan ustedes el auto a mi. Sino soy yo quien se los presta a ustedes toda la semana, así es que cuando yo lo preciso es mío. Si Señor Si. Toma las llaves del auto, maneja con cuidado. El dinero también voy a dejar que lo administres tu, pero no te olvides que es mío, si yo preciso el 10%, me lo tienes que dar, si es el 20 el 20, si es todo, todo, porque no es el 10% mío, todo, todo es mío, tomad y no te olvides y cuida como gastas el dinero por que es mío, como toda tu vida tu casa y todo. Si Señor.
Amados hermanos, ¿me entendieron? Esta es la vida de un discípulo de Cristo, porque como dijo Jesús: El que no renuncia a todo lo que posee no puede ser mi discípulo, y si alguno le parece que esto es mucho, porque no es, y te digo por que no es mucho, si alguno le parece que esto es mucho es por que él no sabe valorar lo que es el Reino, si a ti te parece que tu bicicleta vale más que el reino de Arabia Saudita es por que a ti te falla algo, como dijo Jesucristo: el que ama padre y madre más que a mi, no es digno de mi. Como va a ser digno de Cristo una persona que no lo valora, que lo tiene como si fuera inferior, a su padre, madre, hijas o propiedades. Y por último, que no es lo último pero tengo que terminar.
A llegado el Reino de Dios. El Reino nos pone en un gran problema, porque el Reino no tiene simpatizantes, uno está a favor, o en contra, Jesús dijo: el que no está conmigo está en contra, el que conmigo no recoge desparrama, o frio o caliente. Y él lo dice con palabras tan claras en el Apocalipsis cuando dice: ojalá fueras frío o caliente, pero porque eres tibio te vomitaré de mi boca. No hay medianos, o somos o no. La tibieza le causa náuseas y vómito a Jesucristo, y él dice que si eres tibio te va a vomitar de su boca. Yo pido disculpas por esta ilustración que parece tan fuera de ética, pero Jesucristo es el que la dijo.
¿Que es lo que uno vomita? uno vomita lo que no digiere, nosotros después de comer un exquisito platillo, un delicioso filete, apenas llega el alimento al estómago los jugos gástricos vienen, y dicen, buenas noches señor filete, ¿quienes son ustedes? somos los jugos gástricos, venimos para trabajar en usted, para deshacerlo, para hacerlo desaparecer y que llegue a formar parte del cuerpo de Aurelio Prado, ¿Qué? -dice el delicioso filete- ¿desaparecer? Si, si. ¿Disolverme? Si, si, efectivamente usted entendió muy bien. Ah, no, ¿no es ya suficiente que este me comió? pero desaparecer, NO, no y no. Mire señor filete -dijeron los jugos gástricos- eso no puede ser, tenemos que trabajar en usted para que sea digerido, No, -dijo el filete- yo no quiero perder mi identidad yo no quiero perder mi individualismo, yo no quiero perder mi personalidad, me quedaré en el estómago pero como filete. ¡Imposible! -dicen los jugos gástricos- no puede ser, tiene que desaparecer, Y hubo allí una gran pelea. Gracias al Señor que los jugos gástricos ganaron la batalla. Porque si los jugos gástricos no hubiesen ganado y el filete hubiese salido con la suya, los jugos gástricos hubiesen dicho: bueno, usted no quiere, bueno, adiós, y lo hubiesen dejado al filete allí en el estómago, pero al rato, cuando bajara yo por las escaleras: Huuu, que le pasa hermano Aurelio? No, nada, nada, nada. Huuu lo veo pálido, No, no, no. no es nada. Huuu. Donde hay un baño por aquí. Claro tú ya sabes lo que pasa. Si el filete no es digerido no puede quedarse en el estómago.
Escuchen amados hermanos, si tu estás en el estómago de Cristo, tú sabes que a la Iglesia se le llama el Cuerpo de Cristo, y el cuerpo entre los muchos miembros, tiene un estómago, pero se me ocurre que el estómago de la Iglesia es inmééééénso, porque la mayoría de los católicos está allí, y a veces la Iglesia casi no puede andar, todo el mundo sentadito allí. El Espíritu Santo entre muchas cosas vino sobre ti para di-ge-rir-te, para que desaparezcas, y llegues a ser parte intrínseca de la naturaleza de Cristo, miembro activo de su cuerpo. Ese filete que estaba en mi estómago ayer, si ahora me llevas a los rayos X, y me ves, no lo tengo más en mi estómago, es parte mía, es parte de mi piel, de mi boca, de mi sangre, porque el laboratorio bendito que puso Dios aquí, que no se como hace pero transformó el filete en todo lo que yo necesito para hacer un organismo vivo, y ese filete está por el cuerpo funcionando, hay un montón de cristianos que no funcionan para nada, están sentados en la Iglesia todos los domingos, y sólo critican cuando el padre hace algo que no les gusta, o si el coro perdió la voz, o quién no llegó a tiempo, o si es más larga o más corta la homilía. Los que critican si el padre predicó mucho, si no tocaron bien campana, esos son los que le están dando dolores de estómago a la Iglesia, esos filetes no digeridos, no perdidos en Cristo, y aquí vuelvo a usar la palabra perdidos, eso es la confrontación que nos hace el Reino, de perdernos y formar parte de sus miembros, de su cuerpo, de funcionar en nuestro lugar. Y te digo una cosa: una vez que una persona a permitido al Espíritu Santo terminarlo, digerirlo, desaparecerlo, allí empieza lo más glorioso de la vida. Allí sabemos que vivimos con sentido y con propósito, es como el filete que yo me comí anoche, estaba muy triste al principio cuando los jugos gástricos vinieron, pero ahora está encantadísimo, porque antes de que yo me comiera a ese filete, él era una vaca sucia, desconocida, detrás de un cerro, pero ahora que me lo comí, está predicando en La Z radio, está contento ahora, y ese filete predica en Las Rosas, en el cerezo, o en la calle, y quien sabe donde más vaya a predicar, está contentísimo ahora. Amados hermanos, cuando permitimos al Espíritu Santo que nos disuelva completamente y que seamos parte de esa misión de Dios, de ese apostolado, de ese perdernos.
Como se perdió la Santísima Virgen María al decir: «He aquí a la esclava del Señor». ¡Se perdió! Se perdieron los sueños de una muchacha que está por casarse, los sueños de una persona normal, su casa, su familia, todo eso se perdió cuando dijo: «He aquí la esclava del Señor,» pero porque ese filete se terminó, hoy la llaman BIENAVENTURADA todas las generaciones.
El Espíritu de Dios está obrando sobre tu vida en estas líneas queriendo terminarte hasta que digas como dijo el gran apóstol Pablo: «Pablo, esclavo de Jesucristo». Hasta que seas una persona que está dispuesta a seguir al Señor hasta el último kilómetro, una persona que quiere que Jesús lo termine, Y que ya no viva yo, sino que Cristo viva en mi. Esto significa el Reino de Dios.
Ya sabemos que Jesucristo dijo bien claro, que uno tiene que ser o frío o caliente, término medio a él no le agrada. Yo les digo una cosa hermanos, que el verdadero gozo del cristiano está en una vida completamente rendida a Cristo, muchos cristianos no gozan la vida cristiana porque están en medio, y ahí no está el gozo. El placer más grande de nuestra vida es pertenecer 100% al Señor, y gozarnos en todo lo que hagamos para el Señor. El placer más grande es ser completamente como Pablo, que era un hombre requetefeliz. Como la Virgen que era una mujer completamente feliz. Como todos los que le siguieron que morían sonriendo en la hoguera, y no les importaba cuando los ponían a que se los comieran los leones, ¿Como puede ser? decía el Cesar celoso al ver que estos cristianos que los mandaba él a la hoguera o a los leones, morían felices, una felicidad que él no tenía, porque la verdadera felicidad total se encuentra en un rendimiento completo a Jesucristo. Aquellos que se encuentran con un pie en el mundo y el otro indeciso, son como los que andan en medio del camino, en medio de la carretera, que todos los automóviles los rozan, o andas para el norte o andas para el sur, pero tienes que andar cómodo, y el camino del Señor es cómodo cuando uno se dispone a andarlo bien.
Quiero decirles que nosotros no somos dueños de nada de lo que tenemos, sino que somos administradores, Dios te puso a ti y a mí como administradores de sus bienes, todo lo que tocan nuestra manos, todo lo que ven nuestros ojos, todo es propiedad de Dios, nada es nuestro, nosotros tomamos las cosas, las trabajamos, las manipulamos como si fueran nuestras, pero no son nuestras, son de Dios, nosotros podemos trabajar y manipular porque somos sus mayordomos o administradores. Y quiero por un momento ver la definición de mayordomo en la Escritura para poder entran en nuestra plática.
Vamos a leer Gen 37, es una de las historias más bonitas que hay en el Antiguo Testamento, la de José, el hijo de Jacob, ustedes se acuerdan la historia de José, si no la voy a recordar un poquito: era el muchachito más pequeño de una familia muy grande, tenía muchos hermanos, era un chico muy obediente, muy de papá y mamá, y los hermanos de él eran unos vagos, eran unos sinvergüenzas. Pero José era bueno, demasiado bueno, y por ser así sus hermanos lo odiaban pues les contaba a sus padres las cosas que hacían ellos, pero José aunque le contaba al padre y a la madre lo que hacían sus hermanos, era bueno y era evidente que tenía tratos con Dios, porque Dios le mostró muchas visiones a José, Una de las visiones que le mostró era que Dios a él lo iba a ensalzar, lo iba a engrandecer, y los hermanos se pusieron más furiosos, ¿y quien es él para decir que Dios lo va a ensalzar? Así que lo odiaban.
Un día casi me lo matan a este chiquillo, poco después pasaba una caravana que compraba esclavos, como se compran hoy los coches, las motos, las bicicletas, y esa caravana compró a José y él decía a sus hermanos «no me vendan» «no me vendan» pero nada, ¿que creen? ¡lo vendieron! Y el chico fue llevado a Egipto, sus hermanos volvieron a la casa con el cuento que a José lo había atacado un león, porque le quitaron la ropa y la mancharon con sangre de un animal, Papá, papá: ¿esta ropa no es de José? la encontramos en el campo, eso quiere decir que lo mató un puma, o un león. Hicieron duelo como si el chico se hubiera muerto. El chico no se había muerto lo habían vendido a una caravana de esclavos que lo ata con cadenas y lo lleva a Egipto, y en el mercado de la ciudad lo ponen a la venta.
Claro, José no era un esclavo, era un príncipe, tenía unas facciones finas, manos delicadas, era inteligente, astuto, bien alimentado, así que todos se admiraban de este esclavo que vendían en el mercado. En ochodías leeremos como Potifar, uno de los generales del faraón, lo compró porque necesitaba un chico para los mandados de su casa.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación del lunes pasado. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
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Grupo Apostólico Nueva Evangelización

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