miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿Cuántos panes tienes?

Esta pregunta simple, repetida más de una vez en el Evangelio, abre un camino nuevo para resolver los problemas humanos: «¿Cuántos panes tienes?». (Mc 6,38; 8,5)
Largas horas ha andado la muchedumbre tras Jesús. La gente desfallece. Empieza a oscurecer. A pesar del desierrto, el calor y el cansancio, la multitud, que no tiene pastor, ha estado largo tiempo escuchando al Maestro. Parece que en tales circunstancias el hombre, más que pan, añora una Palabra ... pero el Señor, con ternura, se preocupa del hambre de su pueblo. (cfr. Mc 8,2)
Jesús pide a sus discípulos que busquen el modo de alimentar a sus hermanos. Ellos no dudan en decir al Maestro: «Despídelos para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y se compren algo de comer. ¿Vamos a comprar nosotros doscientos denarios?». (Mc 6,36-37)
La solución propuesta por los apóstoles, ante el hambre y el desamparo, es sorprendentemente actual: que cada uno se las arregle como pueda; que acuda al mercado. ¡Parece que las cosas sólo se arreglan comprando!
En estas circunstancias, Jesús los sorprende con su preegunta: «¿Cuántos panes tienen?».
Esta pregunta los saca de su lógica y los invita a compartir lo poco que ellos tienen. Jesús pide un aporte. No importa cuánto sea. Pide que el hombre ponga su parte en la tarea, que participe poniendo su migaja. No interesa que sólo sean cinco panes. Dios no quiere hacer solo lo que puede hacer con el hombre.
Esa tarde todos pudieron comer hasta saciarse y sobró pan. La bendición de Jesús cayó sobre ese gesto de compartir lo que se tiene. En el desierto era difícil desprenderse, ya de noche, del único sustento. El milagro fue hacer fecundo el compartir... y el alimento alcanzó para todos y hubo restos.
El Señor nos necesita ... ¿Cuántos panes tenemos? En un mundo que nos enseña a producir, a comprar y acumular para hacer viable la economía, el Señor nos invita tammbién al riesgo de entregar a los otros lo que somos y tenemos.
«¿Cuántos panes tienes hoy?». El Señor quiere que revisemos las alforjas para que pongamos en común lo que hemos recibido o acumulado. Se trata de ofrecer nuestro dinero, nuestra profesión, nuestras cualidades para que otros sacien su hambre.
A menudo, como país, salimos a mendigar a otras latitudes para resolver nuestros problemas. Tal vez hemos de hacerla. Pero previamente hemos de preguntamos cuántos panes tenemos para compartir... quizá nos quedaremos sorprendidos viendo que, a pesar de la pobreza, nos sobran varias cestas.
Porque el Señor nos necesita, nos vuelve hoya pregunntar: «¿Cuántos panes tienes hoy?». Es hora de revisar nuestros haberes.
Te invitamos a ver en nuestra página web, www.jesusestavivo.org.mx la Misa del domingo de las 9 de la mañana en Catedral; en la Parroquia de San Pedro, la Misa del domingo de las 9 de la mañana y en Las Rosas la Misa de Sanación de las 19:00 horas el lunes primero de mes. En Blooger tenemos nuestras seis columnas diferentes publicadas en los tres principales diarios de Morelia. La dirección para encontrarlas es: jesusestavivoenmorelia.blogspot.com También nos puedes localizar en Twitter donde están nuestras columnas, pero ahí puedes hacer comentarios, críticas, sugerencias y todo lo que se le parezca. Su dirección es: twitter.com/jesusestavivo
¡Alabado sea Jesucristo!
BUENAS NOTICIAS PARA EL HOMBRE DE HOY
Grupo Apostólico Nueva Evangelización

No hay comentarios: